Las máximas autoridades del Ministerio de Salud decidieron cambiar nuevamente los protocolos sanitarios que se aplican para la vuelta de los vuelos en Santa Cruz. Los Intendentes ya no disimulan su descontento con las autoridades sanitarias.
Pese a que las autoridades municipales y las del área de transporte de la provincia ya tenían todo listo y habían comunicado las normas que se aplicarían en cada uno de los pasos cuando éste miércoles arribe el primer vuelo comercial a Santa Cruz desde el comienzo de la pandemia, desde el Ministerio de Salud se emitieron nuevas disposiciones que cambiaron la situación y pusieron en riesgo el regreso del transporte aéreo.
Repentinamente la cartera sanitaria impuso una cuarentena estricta obligatoria para todos los pasajeros del vuelo que llegará a Río Gallegos y pusieron a cargo de la misma al COE local. Las medidas anunciadas por las autoridades hacen que todos los que vuelen a Santa Cruz tengan que ser aislados por un periodo de 7 días en albergues municipales o centros dispuestos para tal fin.
Tal como Wou adelantó https://wou.com.ar/2020/11/03/del-avion-al-albergue/ los pasajeros serán testeados luego de los siete días por las autoridades pertinentes para ver si pueden o no ser “liberados”. Esta medida resulta inentendible teniendo en cuenta que se aplica cuando Santa Cruz registra el estatus de lugar de circulación comunitaria del virus.
Ninguna otra provincia del país impuso medidas semejantes en este momento.
Los anuncios del Ministerio de Salud santacruceño hacen imposible que un turista pueda viajar a Santa Cruz en el corto plazo y ponen un freno a la vuelta de los vuelos ya que muchos pasajeros no están dispuestos a someterse a un aislamiento forzado por parte del Gobierno.
Desde Salud no se contempló el caso de los vecinos de Río Gallegos que optaron por volar para volver a sus domicilios, o quienes puedan aislarse junto a familiares. La cuarentena obligatoria en lugares de llegada hace muy complicado el tránsito aéreo.
La vuelta de los vuelos es indispensable para comenzar a normalizar las comunicaciones con todo el país, permitir el comercio, posibilitar que cientos de santacruceños puedan volver a sus hogares y ver a sus familias. También es clave para la vuelta paulatina del turismo, pero sobre todo es crucial para normalizar la situación de una provincia que pese a estar aislada no pudo mantenerse libre del Coronavirus.
El fracaso de la teoría de la aislación estricta que se ve en la curva de casos creciente y sin control todavía no es reconocido por las autoridades del Ministerio de Salud que siguen imponiendo prohibiciones y prácticas extremas pese que la provincia tiene transmisión comunitaria del virus y no ha podido frenar la pandemia.
