Luciano
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LIMANDO ASPEREZAS

Mauricio Macri y Rodríguez Larreta ya le pusieron fecha a la cumbre del PRO con la que buscarán aflojar tensiones y dar señales de unidad.

 

 

 

La ex ministra de Seguridad y presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el secretario de Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires y Secretario General del PRO, Eduardo Macchiavelli, fueron los encargados de coordinar la logística del encuentro. “La convocatoria se hizo desde el partido”, aseguró uno de los dirigentes que ostenta actualmente un cargo relevante. No fue así y en este contexto no es un dato menor. La cita no la promovieron ni Bullrich ni Macchiavelli sino el propio Macri, quien no ocupa ningún cargo partidario. Otro dato: el mensaje para Rodríguez Larreta no estuvo dirigido a él sino a su secretaria.

El lugar de la reunión tampoco es un dato irrelevante. Hasta el momento no está definido. Lo único que se acordó es que sea en un lugar abierto para cumplir con las exigencias del gobierno porteño. El problema es que esos encuentros tienen una concurrencia máxima de 10 personas. Y de acuerdo a lo que se puede observar en el mensaje que recibieron los invitados si asisten todos serían 13. Nadie parece haber tomado nota del número por ahora. Ni porque supera el cupo máximo ni porque alguno podría asignarle una carga negativa de mala suerte.

En el PRO se muestran poco supersticiosos y pronostican que el encuentro alcanzará para cerrar las heridas que permanecen abiertas. “Es una reunión más, pero es lógico que haya especulaciones. Cada uno puede hacer la lectura que más le guste, pero no me parece razonable hablar de foto de unidad cuando la unidad nunca estuvo en duda”, le dijo a este medio otro de los dirigentes que ya comprometió su presencia.

Después del revuelo interno que generaron las declaraciones de Macri en distintos reportajes a mediados de octubre, en los últimos días volvió a utilizar su cuenta de Twitter. Lo hizo para defender a Elisa Carrió, a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y para expresar su indignación por el caso de Abigail Milagros Jiménez, la nena de 12 años enferma de cáncer a quien le negaron el ingreso en auto a la provincia de Santiago del Estero.

El encuentro previsto para el lunes sería solo el primer paso para comenzar a reconstruir el armado de Juntos por el Cambio de cara al próximo año electoral. En caso de que se lograran suavizar las diferencias en el principal partido del frente opositor, quedaría por delante la tarea de recomponer las relaciones con algunos integrantes de la coalición -como Elisa Carrió, que cree que Macri ya fue– y, en caso de ser posible, salir en busca de potenciales nuevos aliados. Pero primero es necesario terminar de ordenar el PRO, algo que intentarán hacer al aire libre pero con la idea de empezar a acortar distancia.

Fuente: INFOBAE

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