El Dr. Alberto Cormillot, especialista en nutrición y obesidad, habló sobre temas actuales y cotidianos sobre salud nutricional, planes de alimentación, cómo adelgazar y mantenerse en forma de manera saludable y a lo largo del tiempo, entre muchos otros temas.
Durante los últimos 150 años se han ensayado diferentes formas de suprimir alimentos para bajar de peso. Se han suprimido hidratos de carbono, grasas, proteínas; también se han agregado hidratos, grasas, proteínas y todas ellas dependen de una moda que cada tanto se le cambia el nombre, pero siempre es la misma historia porque son los mismos nutrientes.
Se le cambia el nombre, se le cambia el estilo y ahí es donde las personas se enganchan nuevamente y empiezan con una nueva dieta, que es como una especie de empezar con un cuaderno nuevo o enamorarse.
Por lo general, el enamoramiento suele durar, se transforma en amor, pero el enamoramiento de las dietas no suele durar y las personas las abandonan. Es por ello que es necesario comer todos los alimentos, solamente que en cantidad y proporción distinta que antes.
Se debe aprender a distribuirlos, aprender a medir la cantidad, aprender a darse los gustos, y dejar de tropezar con la misma piedra varias veces y proponerse comenzar un plan nutricional que cambie rotundamente la vida.
Un programa para adelgazar incluye, como primera medida, un plan de alimentación. Éste tiene múltiples variantes, cada una puede ayudar a distintas personas o ser de utilidad de acuerdo con la situación por la que se esté atravesando y puede estar determinada por distintos aspectos, entre ellos:
– La personalidad de quien la realiza
– El grado de sobrepeso
– El ritmo en el adelgazamiento
– La experiencia previa en dietas de bajas calorías
– La adaptación al plan propuesto
– Las inclinaciones personales de ser o no más estricto
Estos factores no sólo inciden en el tipo de alimentación, que también estará determinado por los gustos personales, sino además en la cantidad de calorías que deba aportar el plan, las cuales dependerán fundamentalmente del sobrepeso y del flujo de energía con el que cuente la persona en ese momento.
Algunas personas se manejan mejor con dietas rígidas mientras que otras prefieren dietas flexibles. Las rígidas suelen sentirse mejor organizadas si siguen un plan semanal estipulado como los que se encuentran más adelante; mientras que las flexibles, suelen preferir una mayor posibilidad de elección incluyendo alimentos y preparaciones no dietéticas en cantidades moderadas. Por ejemplo, incluir una medialuna en reemplazo del pan del desayuno.
Además, la dieta no sólo debe ser adaptada y flexible en cuanto a su composición alimentaria, sino que debe considerar los momentos o situaciones especiales, como el fin de semana, alguna comida en particular del día (desayuno,merienda, cena), las fiestas religiosas, las reuniones sociales, vacaciones, etc.
Recomendaciones antes de comenzar planes
– Las colaciones de media mañana y media tarde pueden intercambiarse de acuerdo al gusto de la persona y su practicidad.
– Si endulza las infusiones, debe hacerlo siempre con edulcorante.
– Los aderezos que puede utilizar en ensaladas y otras preparaciones son: 1 cucharadita tamaño té de aceite, preferentemente de oliva o de soja; vinagre, jugo de limón o aceto balsámico; 1 cucharada tamaño postre de mostaza o ketchup.
– Deguste un caramelo ácido o pickles a los 30 minutos y otro a los 15 minutos antes del almuerzo y la cena. Otra opción es comer un puñado de pickles.
– Puede comenzar las comidas principales con un plato de caldo light o sopa de verduras acompañado por los siguientes complementos diarios: 1 cucharada sopera de salvado de trigo o avena; 1 cucharada tamaño té de germen de trigo o de levadura de cerveza en polvo; semillas de lino molidas, sésamo o girasol.
Fuente: Infobae
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