Por los alimentos, la inflación de febrero fue de 3,6% y en un año acumula un 40,7%.

Se registraron subas altas como en pan (9%), carne picada (4,6%) y fideos (4,1%). Para que se cumpla la meta del Gobierno en el año (29%), los precios de ahora en más deberían subir 1,8% mensual.

Los alimentos siguen impulsando la inflación hacia arriba. Así el Indec informó que en febrero, en promedio, los precios al consumidor subieron 3,6%, acumulando un 7,8% en los primeros 2 meses del año y un 40,7% en 12 meses.  

“La división alimentos y bebidas no alcohólicas (3,8%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones del país a raíz de los aumentos observados en Frutas; Verduras, tubérculos y legumbres; Aceites, grasas y manteca; e infusiones”, especifica el Informe del iNDEC.

Los alimentos que más subieron de precio en febrero fueron los básicos: pan de mesa (9%), carne picada común (4,6%), pollo entero (4,7%), fideos secos (4,1%), yerba (6,1%), cebolla (14,7%), tomate redondo (36,8%) y batata ( 12,9%).

En la misma línea que el Indec, la dirección de Estadística porteña señaló que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron en febrero el 4,4%, “Al interior de la división se destacaron por su incidencia los incrementos en Carnes y derivados (3,4%), Leche, productos lácteos y huevos (4,0%) y Verduras, tubérculos y legumbres (7,1%)”.

Con más fuerza eso repite en el interior del país. Por ejemplo, en Mendoza, los precios de los alimentos subieron el 4,8% y en la Región Patagónica el 4,5%.

Esos datos anticipan que los precios de los alimentos básicos – que determinan la línea de indigencia- tuvieron un incremento aún mayor. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, fue del 6%. El Indec dará a conocer las cifras de las canastas básicas la próxima semana.

El organismo también detalló que la “división Restaurantes y hoteles”  tuvo en febrero un alza del 5,4% “impulsada por incrementos observados en restaurantes, bares y casas de comidas, y parcialmente compensada por bajas en servicios de alojamiento”..

Otro de los segmentos que presionó fue el de Transporte, con un  avance del 4,8% que  “obedeció principalmente a subas en la adquisición de vehículos y en combustibles”.

“Mientras que en el caso de equipamiento y mantenimiento del hogar (4,6%) incidieron incrementos en artefactos grandes para el hogar, bienes no durables para el hogar y servicios domésticos y para el hogar”.

Luego de difundirse el Informe, desde el Ministerio de Economía salieron a destacar la desaceleración de los precios señalando que “el IPC general varió 40,7% interanual, muy por debajo del 50,3% interanual registrado el mismo mes de 2020”.

Lo que Economía no dice es que la medición interanual viene en alza en forma consecutiva desde el 35,8% de noviembre, pasó al 36,1% en diciembre, 38,5% en enero y 40,7% en febrero. Y por los bajos guarismos de inflación en los meses más duros de la pandemia (1,5% abril y 1,5% en mayo) debería seguir en ascenso.

Además, en la regiones más pobres, la inflación interanual asciende al 44,3% en el NOA y 46,1% en el NEA, con los alimentos con un 49,5% y 52,5%, respectivamente. 

A eso se agrega que los precios de los bienes y servicios regulados por el Estado acumulan un alza del 21% interanual y esos sectores están presionando para una actualización o ajuste de sus precios con el argumento de que están retrasados frente a los valores generales de la economia.

Por de pronto, marzo arrancó con aumentos en los precios regulados, como el 3,5% de la prepagas, incrementos en los combustibles, colegios privados, subte y taxis, peajes, lo que anticipa que la inflación de este mes superaría la de febrero.

Con el 7,8% en enero-febrero, en los próximos 10 meses, los precios deberían aumentar por debajo del 1,8% mensual para alcanzar la meta oficial del 29% que figura en el Presupuesto 2021.   

Fuente: Clarín