La titular de la Oficina de Género dependiente del Tribunal Superior de Justicia, Sabrina Granero, lamentó la tasa de femicidios pese a las políticas públicas para combatirlo.
La Oficina de la Mujer de la Corte publicó la edición 2020 del Informe de Femicidios de la Justicia con datos que aportó cada distrito, entre ellos Santa Cruz. Sabrina Granero, explicó cómo es el procedimiento para elaborar la estadística oficial en el país y reclamó un “cambio estructural” en la sociedad. El año pasado hubo 287 femicidios.
Durante el 2020 hubo 251 víctimas directas de femicidio y 36 víctimas de femicidio vinculado en la República Argentina, cuyos crímenes ocurrieron entre el 1 de enero y el 31 de diciembre. Esta cifra incluye seis víctimas de travesticidio/transfemicidio. Así, se estableció que hubo una víctima directa de femicidio cada 35 horas. Al sumar ambas categorías, la cifra de víctimas letales de la violencia de género en Argentina durante 2020 asciende a 287.
Siete provincias tuvieron una tasa de femicidios directos por arriba de la media y el 37% ocurrieron en la Provincia de Buenos Aires, seguida por el 10% de los casos en la provincia de Santa Fe, ambas con una amplia población femenina.
En Santa Cruz, la Oficina de Género reportó que la tasa de víctimas directas de femicidio cada 100.000 mujeres fue de 0,56%. Esto equivale a 1 femicidio directo cada 177.846 mujeres que hay en la provincia.
Al 31 de diciembre de 2020, se registraron -entre otras muertes violentas de mujeres-, dos causas judiciales en las cuales se investigaban los femicidios de una víctima directa y de una víctima de femicidio vinculado con tres sujetos activos identificados.
El femicidio directo ocurrió en la localidad de Comandante Luis Piedrabuena, en el segundo trimestre del año. La víctima tenía un hijo a su cargo, mientras que el agresor era su ex pareja, integrante de las fuerzas de seguridad, quién permanece detenido desde entonces, esperando la realización del juicio oral.
La titular de la Oficina de Género dependiente del Tribunal Superior de Justicia, Sabrina Granero, indicó al respecto que “llama la atención la estabilidad de la tasa de femicidios pese a las políticas públicas que se han implementado y que mejoran con el paso del tiempo, como por ejemplo las distintas normas, programas, campañas, etc., con el objeto de eliminar toda manifestación de discriminación y violencia contra la mujer”.
En este punto lamentó que “pareciera que todas esas políticas de género no se ven reflejadas en el porcentaje de mujeres que mueren cada año”.
Para Granero, que además coordina las OVD de Santa Cruz, “hay que seguir profundizando en un cambio estructural de la sociedad, creando nuevas masculinidades, enseñando desde la primera infancia y capacitando incluso desde el inicio del sistema educativo para realizar transformaciones en todos los ámbitos en que nos desarrollamos y de esa forma interpelar desde un lugar concreto al pensamiento patriarcal que discrimina y violenta a las mujeres”.
Características
En el año 2020, el promedio de edad de las víctimas directas de femicidio fue de 37,9 años. El grupo etario con la tasa más alta fue el de 35 a 44 años. 24 eran niñas y adolescentes y, en el otro extremo, 11% tenía 60 años o más al momento del hecho.
También se sabe que al menos 216 niñas, niños o adolescentes se encontraban a cargo de las víctimas al momento del hecho, que ahora son potenciales beneficiarios y beneficiarias de la Ley Brisa.
Un dato que sostiene el relevamiento oficial, y que va en sintonía con los reportes que periódicamente realizan las Oficina de Violencia Doméstica de Santa Cruz, es que en la mayoría de los casos el agresor tiene un vínculo de pareja o ex pareja (84%).
Asimismo, el 74% de los femicidios fueron cometidos en viviendas, esto es, casi 3 de 4 víctimas, el 40% en la vivienda que compartían con el sujeto activo, el 23% de las mujeres murieron en su propio hogar, el 7% en la vivienda del sujeto activo y el 4% en otra vivienda.
Domingos
Un dato llamativo que aparece en el relevamiento es que los femicidios directos ocurrieron de manera más frecuente durante el fin de semana, sobre todo los días domingo, produciendo un pico de 53 casos a lo largo del año, lo cual significa que ocurrió, en promedio, un femicidio directo cada domingo del año.
Cuarentena
El informe de la Corte reveló un leve descenso de casos a medida que avanzó el año: de 28% en el primer trimestre de 2020, se pasa a 26% en el segundo, 23% en el tercero y, finalmente, al 21% de los femicidios directos en el cuarto trimestre.
Si se compara el año 2020 con el año anterior, se puede observar que el primer y el tercer trimestre del 2020 son relativamente similares a los del año 2019. Al contrario, en el segundo trimestre del año pasado, se produjo un aumento de casos del 38% (un 25% más que la suba que se dio de 2017 a 2018).
Pero el mes de abril de 2020 es el que más contribuye a dicho incremento, en coincidencia con la implementación de las restricciones a la circulación en el marco de la pandemia por el COVID-19 que se iniciaran el 20 de marzo de 2020.
A partir de datos aportados por cada organismo del sistema de justicia argentino, se observa que una vez que se implementó el ASPO desde el 20 de marzo hasta el 7 de junio de 2020 a nivel nacional, se incrementaron los casos en 37,5% respecto de igual período del año 2019.
Cuando se dividió el territorio nacional en zonas de ASPO y de DISPO a partir del 8 de junio hasta el 31 de diciembre, se produjo una caída del 8% respecto del año anterior: de 138 casos en 2019 se pasó a 127 en 2020.
Vale mencionar que el año pasado se registraron 282 imputaciones y carátulas en causas judiciales, ya que en algunas causas se registraron más de una víctima directa o más de un agresor. El 65% de las imputaciones en las causas judiciales aplicaron el artículo 80 inciso 11 del Código Penal de la Nación (el que matare a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género), en otras se hizo hincapié en el vínculo, crímenes de odio y en otros casos no hubo imputación porque el agresor se había suicidado luego de cometer el hecho.
Así se elabora el Registro
La titular de la Oficina de Género del TSJ explicó que las estadísticas de la Corte “se elaboran desde el año 2015 en base a las causas judiciales en las que se investigan muertes violentas de mujeres cis y de mujeres trans/travesti por razones de género”, una tarea que involucra a todas las jurisdicciones del país.
Surge del aporte de numerosas personas que integran el sistema de justicia, pero “el diseño metodológico y de análisis de los datos fueron desarrollados por un equipo interdisciplinario integrado por profesionales de la sociología, el trabajo social y el derecho de la OM de la Corte, con la dirección técnica a cargo de Fernando Ramírez y de Diana Maffía”, contó Granero.
El registro recopila la información proveniente de las causas iniciadas entre el 01/01 y el 31/12 del año en análisis, “hayan sido tipificadas como femicidio o no”, añadió, al tiempo que el protocolo para la detección de causas judiciales de femicidio “sigue los pasos y criterios establecidos por el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio) elaborado por Naciones Unidas y que fuera adaptado para Argentina por la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM)”.
Existe una primera etapa en la que “los Juzgados informan sobre las causas en las que se investigan homicidios dolosos de mujeres cis y de mujeres trans/travesti (cualquiera sea la imputación que contenga)”, así como sobre otras muertes dudosas o averiguaciones de causales de muertes, incluidos suicidio, que luego es revisado para determinar si las circunstancias determinan violencia de género.
“Las muertes dolosas de mujeres y averiguaciones de causal de muerte que no sean femicidios igualmente se informan” y se cargan en otra planilla como ‘Otras Muertes Violentas de Mujeres’.