En un fin de semana largo, la provincia aplicó 5 mil dosis. En un solo día a casi mil solo en Río Gallegos. Pero en la capital santacruceña, que tiene cuatro variantes de Covid-19 y casi el 45% del total de contagios de Santa Cruz, no se utiliza un vacunatorios que puede aplicar 400 dosis en un solo día.
Hasta hoy miércoles 2 de junio, antes de las 18:00, hora en la cual se actualizan los datos del Monitor de Vacunación, en Santa Cruz se han vacunado en total más mas de 100 mil personas, una cifra más que importante para una provincia con más de 360 mil habitantes.
Para lograr un “efecto rebaño”, se deberían vacunar 240 mil personas.
De esta cifra, 75.609 recibieron la primera dosis, y 25.359 la segunda dosis. Una diferencia marcada en una decisión política que tomó Nación para inmunizar la mayor cantidad de personas.
Se estima que la protección con una dosis alcanza el 70% aproximadamente con cualquiera de las vacunas aplicadas, en su mayoría Sputnik V, lo que permite que quien se contagie por Covid-19 no transite de manera grave la enfermedad, y por ende, no se interne en las Unidades de Terapia Intensiva de los hospitales de Santa Cruz.
Pese a lo anterior, por lo menos tres localidades alcanzaron más del 80% de ocupación de Terapia Intensiva. La situación se explica obviamente por los no vacunados, la transmisión acelerada del virus con cuatro variantes en la provincia.
Entonces todo recae en la aceleración del plan de vacunación.
El 26 de mayo el secretario de Estado de Articulación y Monitoreo, Ezequiel Verbes, informó que durante ese fin de semana largo, en el cual iniciaba la cuarentena por 9 días que no se aplicó según la situación epidemiológica de cada localidad, sino que TODA la provincia estuvo en cuarentena, se aplicaron 5 mil personas.
El sábado 29 de mayo en el Complejo Cultural, hubo otro anuncia importante: se vacunaron casi mil personas, compuestos por esenciales, integrantes de diversos entes públicos, comerciantes y trabajadores de ámbito privado de la prensa.
Santa Cruz, según los dichos del propio ministro de Salud, Claudio García, tiene una capacidad para vacunar cerca de 2 mil personas el día que se disponga a inmunizar.
En Río Gallegos el municipio cuenta con una capacidad para vacunar 400 personas en el Gimnasio 17 de Octubre.
Sólo resta sacar cuentas sobre cuánto avanzaría la vacunación si efectivamente el municipio vacunara.
Esto no sucede.
Los vacunadores de la comuna de la capital santacruceña, no puede inmunizar en una ciudad que presenta cuatro variantes del coronavirus y casi el 45% del total contagios de la provincia.
Los motivos, no se conocen.
La especulación de por qué sucede, crece cuando en Caleta Olivia, el segundo municipio más grande, pasa todo lo contrario, y vacunan a una velocidad (para celebrar) que no se replica en Río Gallegos.
La prioridad de vacunación es otra variable que ya dejó ser tenida en cuenta.
El calendario del gobierno nacional mantenía una escala de prioridades -ya advertida desde este medio- que se fue desvirtuando.
Un ejemplo claro, de una polémica nacional: las clases presenciales.
En El Calafate comenzarán a vacunar a docentes, grupo que estuvo segundo originalmente en la lista a nivel nacional debido a la importancia del dictado de clases presenciales.
El fundamento del gobierno es que en localidades de transmisión comunitaria del virus, las clases serian virtuales, por lo que los maestros, deberán esperar.
Sin embargo, esto crea una discusión con sentido común: si no se vacuna a docentes en ciudades con transmisión comunitaria, no puede dar clases; pero si se los vacuna, porque FUERON y SON PRIORITARIOS, el sector estaría inoculado para cuando la situación epidemiológica permita el retorno a clases presenciales, interés que promueve el gobierno nacional y supuestamente el propio gobierno provincial.
“No discuto la importancia de la presencialidad, sí discuto la oportunidad. No es el momento y lo puedo determinar en lo que ha pasado en la provincia, en las localidades más pequeñas donde hicimos presencialidad tuvimos que cerrar. Gracias a Dios habíamos vacunado por lo menos con una dosis a los docentes”, dijo Alicia Kirchner. Y agregó “La presencialidad es importante, pero no es el momento oportuno”.
No se trata entonces de que se abran las escuelas sin tener en cuenta el contexto epidemiológico, pero si vacunar a maestros para que cuando se abran, puedan dictar clases. Más aún si entre las vacunas recibidas y aplicadas, existe una diferencia de casi 26 mil dosis.
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