¿Por qué la economía argentina siempre se encuentra envuelta en procesos inflacionarios?

El país tiene como característica principal el insumo de dólares en su proceso productivo, y esa demanda provoca inflación. Eso es ley. Pero, debemos tener en cuenta que la inflación es un problema mullticausal en el que afectan, por ejemplo, el alza de los precios internacionales, como se dio en los últimos meses con el aumento de los precios de las commodities. “Cuando aumenta el precio del maíz, que pasó de 200 a 250 dólares la tonelada, el pollo te aumentó”.

Otra causa -muy importante- es que la industria de alimentos está en manos de unas pocas empresas. Si, 28 empresas extranjeras son las dueñas del mercado de alimentos y productos de la canasta básica del país.

El funcionamiento oligopólico de la economía argentina, “les permite ser lo que se llama formadores de precios” señala Héctor Polino, referente de la organización Consumidores Libres.

“Buena parte de los aumentos de precio de estos últimos meses, tienen que ver con sectores grandes que remarcan para mejorar su tasa de rentabilidad y, eventualmente, quedarse con los ingresos adicionales de los trabajadores” explica Polino.

“Esas empresas, en los 18 meses de pandemia, acrecentaron sus ingresos 180 veces” asegura.   

El problema de la Argentina es que no se cumplen las normas vigentes que protegen los derechos más elementales de los usuarios o consumidores.   “Las leyes existen, y establecen límites y equilibrios en las relaciones de consumo. Pero tras la excesiva extranjerización de la actividad económica- 28 empresas concentran la producción de la canasta básica de alimentos y artículos de limpieza- tiene que primar la voluntad política de hacer cumplir las normas” afirma Polino.

“No debería ser complicado controlar a las empresas, a través del instrumento de observatorio de precios, por ejemplo. Una norma que se aprobó hace más de  7 años, y que no se aplica. Este instrumento permite determinar en que eslabón de la cadena se produce un aumento indebido de precios de modo tal que se pueda actuar sobre ese eslabón y restablecer la normalidad”.

La inflación en septiembre perforo el piso de 3% por segundo mes consecutivo, de continuar así, es un resultado alentador para el Gobierno porque con un avance de los precios moderados hasta las elecciones, el impacto sobre el poder adquisitivo de las políticas para fomentar al consumo será mayor. Pese al escenario actual de desaceleración, el mercado adelanta que desde diciembre y durante el primer trimestre del próximo año se sentirá el impacto de la inyección de pesos con mayores índices de precios.

¿El consejo? Abastecerse de elementos de primera necesidad antes de diciembre.