El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció este domingo el nuevo esquema de “dólar soja”, un tipo de cambio especial para el sector agropecuario, que en términos netos representa que las exportaciones de retenciones serán 0 para el productor durante un mes. Del 5 al 30 de septiembre, el valor de este dólar será de $200.
El objetivo es fortalecer las bajas reservas del Banco Central a partir de la liquidación de divisas del complejo agroexportador sojero. La tonelada de soja valdrá por encima de los $70.000.
“El desafío es reconocer precio y aumentar los niveles de exportaciones. Pretendemos fortalecer las reservas de manera transparente. El productor va a cobrar el valor pizarra sin que tenga que estar haciendo ninguna cuenta”, dijo Massa.
La adhesión es voluntaria y busca alcanzar una liquidación por US$5000 millones garantizados. “Firmamos un compromiso de liquidación con las principales empresas agroexportadoras el cual prevé US$5000 millones para este mes, de los cuales US$1000 millones serán en las primeras 72 horas”, puntualizó el ministro.
Se trata de una ronda lateral del Mercado Único Libre de Cambio, transitoria por 25 días, que empieza hoy y termina el 30 de septiembre.
Participaron del anuncio, además del titular del Palacio de Hacienda, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, autoridades del BCRA, y una veintena de dirigentes empresarios del sector agropecuario.
La mesa de enlace no tomó una posición sobre la operatoria y ninguno de sus cuatro principales dirigentes estuvo presente en el acto realizado en el ministerio de Economía. Los presidentes de Federación Agraria, Sociedad Rural, CRA y Coninagro indicaron que cada productor evaluará si le conviene o no aplicar la nueva medida.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), consideró que “si bien representa una mejora en el valor del producto, está lejos de acercarse al precio internacional como pasa en países vecinos como Uruguay o Paraguay”, que siguen las referencias de los precios internacional con foco en la bolsa de Chicago.
Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA- CEC) evaluó: “Esta nueva condición es una mejora significativa que, aunque sea temporal, tendrá un impacto directo en el precio de la soja en el mercado interno” y afirmó que “la decisión de venta de soja está siempre en manos del productor, y será él quien decida cuándo vender, entendiendo que en esta oportunidad el tipo de cambio va a durar únicamente hasta fin de mes”.
El vicepresidente de Coninagro, Elbio Laucirica, opinó que la medida “representa una mejora” pero destacó que “queda ahora en manos del productor la decisión de vender o no. Con el correr de los días y en la medida que se vayan realizando operaciones, podremos tener un panorama más preciso sobre esta medida”.
Con todo, para solucionar la situación a fondo, Pino propuso “un dólar único, sin brecha, que es algo que necesita todo el sistema para poder funcionar correctamente”. Y planteó inquietudes sobre lo que pasará el 1° de octubre. Y dijo que este cambio temporal “no es justo con los que, por ejemplo, vendieron la semana pasada”.
El presidente de Federación Agraria, Carlos Achetoni, coincidió en que “debe haber una única paridad y no una mejora para un producto nada más, porque esto “tal como le expresamos a Massa en las reuniones que mantuvimos, se trata de una medida que, para intentar resolver una necesidad coyuntural del Estado, vuelve a brindar beneficios a los mismos actores de siempre”.
Y Achetoni fue crítico sobre la medida: “Una vez más, pese a que nos mencionó en su presentación como posibles destinatarios de un supuesto programa, los pequeños y medianos productores y las economías regionales no somos destinatarios ni beneficiados por las políticas públicas anunciadas”.