Argentina 1983 / La transición: el podcast que relata la recuperación democrática.
Desde este viernes, Pedro Saborido, Omar Quiroga y Daniel Riera reflejan semanalmente el período que va desde la derrota en Malvinas hasta las elecciones que llevaron a Raúl Alfonsín a la Casa Rosada. A través de material de archivo, entrevistas y reflexiones, un recorrido por esos meses “tremendos, apasionantes, durísimos y a la vez estimulantes”.
Desde este viernes, el portal de la Agencia Télam publica semanalmente el podcast Argentina 1983 / La transición, una producción que refleja el período que va desde la renuncia de Leopoldo Galtieri, luego de la derrota en Malvinas, hasta el triunfo de Raúl Alfonsín, en las elecciones de 30 de octubre de 1983.
A cargo del envío están Pedro Saborido, Omar Quiroga y Daniel Riera, responsables de El diario de la Guerra, los clips sonoros que publicó Télam entre el 2 de abril y el 4 de julio de este año para repasar los acontecimientos que conmocionaron a la Argentina durante el conflicto armado de 1982.
Las entregas serán una vez por semana, desde el 7 de octubre hasta el 24 de marzo.
El primer episodio comenzará con la retirada de Galtieri y la llegada de su reemplazo, Reinaldo Benito Bignone, la salida de la Armada y la Fuerza Aérea de la junta militar y el levantamiento de la veda electoral.
La semana siguiente será el turno de Teatro Abierto, una experiencia cultural que dejó una marca imborrable, inaugurando un espacio de libertad que se propagó en el tramo final de la dictadura.
“Además de reflejar los aspectos políticos de la época, en el podcast estarán presentes los consumos culturales que marcaron a las generaciones que vivieron ese tiempo”, explicó Quiroga en la previa a la publicación del primer podcast.
“Vamos a recorrer las canciones de Charly García y a revivir el regreso de Mercedes Sosa y otros eventos que le dieron mucha velocidad a esa transición de un año y medio que fue de cero a cien y que empezó con calles vacías y terminó con cierres de campaña con millones de personas en la calle”, enumeró el guionista.
Para zambullirse en la historia, los tres comunicadores decidieron apelar a material de archivo, pero también al diálogo con personas que recuerdan sus vivencias y las aportan para poder entender el clima de la época.
“Tratamos de contar cómo era la sociedad argentina, no solamente en los aspectos políticos y electorales, sino también en el terreno social, cultural, para ayudar a echar un poco de luz sobre una etapa que está bastante olvidada y poco estudiada, enfatizó Daniel Riera.
Para el periodista y sus compañeros de proyecto, el periodo que abarca el Podcast fue reducido insistentemente a unas pocas líneas que repiten que “tras la derrota en Malvinas el gobierno llama elecciones en las que triunfa Raúl Alfonsín”. Sin embargo, entienden que se trató de un año y medio con un carácter “tremendo, apasionante, durísimo y a la vez estimulante”.
-¿Qué se propusieron reflejar con el Podcast, más allá de la recorrida histórica que va a estar marcada por las voces de la época?
-Omar Quiroga: Nos interesa desmontar un lugar común que supone que después de Malvinas se apretó un botón y automáticamente se llamó a elecciones.
-Daniel Riera: Queremos transmitir la complejidad de esa etapa especialmente a quienes no la vivieron. Suele pensarse que “gracias a la derrota de Malvinas volvió la democracia”. Pero a partir de esa derrota tuvimos la democracia que tuvimos, con condicionamientos externos enormes, con el FMI apretando, condenados internacionalmente y con todos los problemas derivados de ser un país dependiente que acababa de perder una guerra. Es importante romper esa especie de mito liberal.
-Pedro Saborido: Siento algo especial por este proyecto por un tema existencial, por mi juventud en esa primavera democrática y en esa transición. Repaso los textos, recorro esos momentos y los veo insólitos. Que me midieran el pelo con una regla para entrar a la escuela o que no me dejaran pasar a la escuela si tenía zapatillas rojas porque era un color subversivo, suena como algo totalmente sobrenatural. Las condenas por los delitos económicos y la pata civil, dedicada a los negocios y a cambiar la matriz económica quedaron en un segundo plano, cuando fueron los que se beneficiaron con el modelo.
-¿Cómo vivieron ustedes aquellos meses de la transición que relatan en el podcast?
Quiroga: Pedro y yo llegamos justo para votar en el ‘83. En ese momento conseguí trabajo como cadete en el estudio de Augusto Conte Mac Donell (dirigente y candidato a diputado del Partido Demócrata Cristiano), así que viví la campaña electoral muy de cerca.
-Riera: En 1983 tenía 13 años y era una especie de niño precoz, muy politizado. En esa época mi viejo empezó a militar en el alfonsinismo, lo acompañaba a los actos, lo ayudaba a buscar gente en los padrones. Tuve una fascinación preadolescente con Alfonsín que después se diluyó con el Punto final y la Obediencia debida. Me acuerdo de haber ido a escuchar a Joan Manuel Serrat al Luna Park y cantar con la gente “se va a acabar la dictadura militar”. En ese año crecí de golpe.
-Saborido: En ese momento, era tan brillante la parte permitida que yo no notaba lo condicionado. Era como pasar de estar preso en una celda a estar preso en una chacra o en un país entero. Después me fui dando cuenta de los condicionamientos, pero era tan brillante el juguete que no le veía las fallas. Después nos dimos cuenta que los delitos económicos y la pata civil, dedicada a los negocios y a cambiar la matriz económica, quedaron en un segundo plano, cuando fueron los que se beneficiaron con el modelo.
-¿Qué similitudes y diferencias destacan entre aquellos meses y el presente?
-Quiroga: Ya no existe el “partido militar” como condicionante de la democracia, pero se mantiene el “partido judicial”, que estuvo siempre. Desde el Martín Fierro hay registro. Después, en lo cotidiano siento que las discusiones son parecidas, pero tremendamente exacerbadas, tal vez por la democratización de la palabra.
-Riera: Quienes defienden los mismos intereses económicos que defendía la dictadura forman partidos políticos, se presentan a elecciones y dicen “¡qué barbaridad aquello!”. El problema es que se refieren solo a las manifestaciones más violenta, pero no a las razones por las que los militares hicieron lo que hicieron, ni a quiénes eligieron para desaparecer, ni el proyecto que encarnaban los desaparecidos.
-Saborido: En términos de comunicación, hubo un momento en el que Canal 9 tenía un noticiero en el que estaban como columnistas políticos muy diferentes como Rafael Martínez Raymonda (del Partido Demócrata Progresista), y Luis Zamora (entonces en el Movimiento al Socialismo, que mostraba la predisposición a tolerar otros discursos. Hoy hay medios en los que la gente va a repetir lo que el público segmentado quiere escuchar.
FUENTE: TELAM