El jefe comunal agradeció a la comunidad por haber renovado la confianza en el proyecto político que encabeza. Además, explicó por qué es importante que Sergio Massa gane el balotaje de las presidenciales: “Nosotros necesitamos que gane Sergio Massa” las elecciones.
Aún afónico por la larga jornada del domingo y el discurso triunfal dado pasada la medianoche en un escenario sobre la avenida Kirchner, el reelecto intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, dio la primera entrevista de la mañana a LU12 AM680, donde se mostró contento por el resultado electoral y prometió redoblar los esfuerzos para seguir mejorando a la ciudad capital. Durante casi una hora, el jefe comunal agradeció a la comunidad por haber renovado la confianza en el proyecto político que encabeza, al tiempo que volvió a referirse a la relación con el gobernador electo Claudio Vidal. En tanto, fue categórico al manifestar que Santa Cruz, la ciudad y el país necesitan que Sergio Massa sea elegido presidente en la segunda vuelva que se realizará el próximo 19 de noviembre.
Destacó que la gente pudo ver en su gestión “un estilo distinto” y habló de una tarea diaria de política y de construcción colectiva. También señaló que el objetivo siempre fue que los vecinos sean escuchados y que no se trate de “una estafa electoral“. Para Grasso, fue fundamental la “metodología de trabajo totalmente distinta, con respeto mutuo, sin agresiones, con ideas, y es un poquito el camino que queremos seguir adelante” los próximos 4 años.
Buscando una explicación a los resultados esquivos que hubo para “Unión por la Patria” en otras localidades, el intendente indicó que más allá de las gestiones de sus colegas, “también marca un poco quién ganó en lo provincial” y añadió: “Muchas de nuestras localidades prefieren seguir con el mismo sector político que gobernará la provincia, entonces han pasado esas similitudes. Y después otras que realmente son de discusión política férrea de todos los días, como la Cuenca Carbonífera que votó como nosotros”.
Bregó por volver a recuperar este sentido de la militancia, del sentido común, el trabajo constante, la construcción colectiva. “Esto de saber para qué queremos ir y no querer llegar solamente por llegar, o hacer un rejunte de un montón de sellos sin una conformación de una plataforma política ideológica“, afirmó en clara referencia a algunos de sus contrincantes del domingo.
Consultado sobre si coincidía en que quedaban dos liderazgos claramente fuertes y marcados en la provincia, por un lado Claudio Vidal (SER Santa Cruz) que ganó la gobernación y muchas intendencias y por otro, Pablo Grasso (Unión por la Patria) liderando el espacio del peronismo en la provincia y la capital provincial, respondió: “Sí, creo que también es una conformación distinta en la política de los tiempos que vienen“, por lo que “eso es lo que vamos a discutir, los estilos; él (Vidal) tiene uno que lo tendrá que demostrar a toda la provincia y nosotros lo tenemos que seguir fortaleciendo para que lo conozca el resto de la provincia” y añadió: “Es un poco lo que por cercanía lo pudimos hacer con 28 de Noviembre con nuestro compañero Aldo (Arabena), que es de nuestro sector, lo hemos llevado a la práctica y hemos ganado la localidades de 28 de Noviembre y la de Río Turbio; en la zona sur tener la cercanía hace que se conozca mucho más en profundidad lo que pasa en su capital y la gestión que se hace“.
“En zona norte tuvimos el primer alerta electoral en agosto, cuando fue masivamente acompañar al gobernador electo“, dijo sobre los resultados en esos distritos y aclaró que ahora Vidal “va a tener la posibilidad de mejorar la calidad de vida de toda la gente de la provincia, como fue su promesa en la campaña y yo, seguir trabajando para que nuestro proyecto político, nuestra idea, siga creciendo a lo largo y ancho de la provincia, pero sin descuidar la gestión diaria, que necesita un mejor servicio de recolección de residuos, un mejor servicio de atención primaria, un mejor servicio de limpieza, un mejor servicio en lo municipal, pero también ocuparme en lo que es la generación de empleo, la inversión privada, en poder transformar a Río Gallegos en otra capital que no estábamos acostumbrados a que los pibes que puedan ir a la plaza y que los adolescentes puedan recorrerla y tomarla como propia, y el adulto mayor tenga lugares y cosas para hacer; eso es un poco lo que nosotros buscamos en una ciudad que cambió en estos últimos años“.
Respecto a que ganó las elecciones sin la necesidad de haber utilizado la Ley de Lemas, sostuvo: “No sé si me esperaba o no estos números, lo que sí lo había dado todo; hice todo lo que con el equipo podíamos hacer; se pudo haber hecho más, yo creo que sí, pero también faltó acompañamiento de muchos actores de la política nacional o provincial; a veces el sogazo no duele cuando viene tanto de afuera, duele cuando viene de adentro”, dejó como mensaje.
Sobre las críticas de Vidal, remarcó: “Lo que buscamos fue no confrontar, nunca me peleé, nunca hablo mal de otro candidato, nunca jamás me van a escuchar criticar al otro; sí hablo de política, una chicana de vez en cuando siempre para poder ponerle el condimento político a la discusión“. Pero “nunca en los agravios permanentes y personales que se toman a veces desde la política y que habla de falta de transparencia, de corrupción, de todas las barbaridades que se dicen y que vacían de política“, entonces “creo que hay que volver a discutir de política. ¿Qué vamos a hacer con la provincia? ¿Qué vamos a hacer con cada región? ¿Qué crecimiento tenemos en materia educativa, en materia de salud, en materia de trabajo, de bienestar social, en turismo, de crecimiento económico, de nuestros hidrocarburos? ¿Qué va a pasar con el territorio de la Patagonia, cómo vamos a defender los intereses de todos?”.
En ese mismo sentido, remarcó: “Creo que también mi ciudad ha separado y ha dicho: ‘Esta forma (de hacer política) no nos interesa‘”. Y subrayó: Cuando arranqué (en política) saqué 1.000 votos en una elección en Gallegos”, por lo que “de lo que se trata es de una construcción colectiva muy importante y que no la puedo descuidar y tengo que tener también el aviso que te da la población; en la elección anterior me dijo: ‘No, no, no, pará, queremos 4 años más (como intendente)’ y creo que tenían razón“.
Respecto a si le costó asumir la derrota en el mes de agosto y si tuvo que masticar bronca, respondió: “Uno nunca se enoja porque en realidad hay que entender que uno quiere ir para un lado y la gente dice vamos para allá“, entonces “lo que tenés que hacer es consensuar y tener la capacidad también de reflexionar rápido y acomodarte en el panorama; no es un enojo, yo, por ejemplo, veía a muchos ofendidos y enojados con el electorado y en realidad, el electorado no comete muchos errores“. Y destacó: “Uno lo que quiere es dejar a otra gente que continúe con este proceso de una ciudad que siga creciendo, una ciudad que dé ese orgullo, pero también me decía: a las 150 viviendas las quiero entregar yo, las 87 viviendas las quiero entregar yo, la terminal de colectivos la quiero inaugurar yo, las cloacas la quiero terminar yo, el planetario lo quiero terminar yo, las otras 500 cuadras las quiero hacer yo“.
Ante la consulta respecto a si va a trabajar con el gobernador electo a partir del 10 de diciembre, sostuvo: “Sí, claro” y añadió: “La gente ya votó y nadie sabe cómo lo hizo el otro; acá la gente lo votó también a él (Vidal) y cuando uno gobierna, es para todos“. Y resumió: “Hay que tratar de solucionar el problema de toda una población; yo soy muy testarudo, es verdad, soy muy intenso en muchas cosas que me propongo, pero a mí me votaron para gobernar la ciudad y yo no quiero hacerle perder el tiempo a la gente“.
Incluso, Pablo Grasso aclaró: “Yo me siento y acuerdo en tres minutos lo que sea necesario para el beneficio de la gente, no importa de qué sector político sea, hay que entender la política como acuerdo, no como enfrentamiento o agravio para ver cómo te voy a condicionar. ¿Para qué? ¿Quién me va a condicionar? Son formas, la verdad que yo mucho no las comparto, pero las entiendo y bueno, él (Vidal) piensa de una forma, yo pienso de otra, pero los dos tenemos un objetivo que es que le vaya bien a la ciudad, ese es el camino del encuentro para que nosotros sigamos discutiendo y vamos a laburar juntos, y si antes de las elecciones nos comimos un asado. ¿Qué pasó de ahí para acá?”, se preguntó.
Entre otras definiciones, Pablo Grasso se refirió a la importancia de que se imponga Sergio Massa en las elecciones del 19 de noviembre, pero también habló de la irrupción de Javier Milei en la política. Sobre cómo se gana la elección, indicó que tiene que ayudar no solamente la estructura política, sino también “el sentido común de nuestra población”, por ejemplo, en “qué nos conviene y qué no defender lo nuestro en serio” y agregó que escuchando los discursos de la oposición no encontró ninguna propuesta, sino sólo descalificaciones. “Vino mi hija y me dijo: ‘Lo voy a votar a (Juan) Schiaretti y la senté dos horas a hablar” y subrayó: “Estas son las cosas que nosotros tenemos que discutir, pero hay que tomarse ese tiempo de explicar, no imponer“, porque “nuestros jóvenes son fruto de la democracia, no conocen otra cosa, entonces si no conocen y nadie se los explicó, esas cosas no están en Netflix, no están en un mensaje en el celular, hay que contárselas“.
Sobre los dichos del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien indicó que la campaña termina cuando se termine el balotaje, Pablo Grasso fue contundente: “Sí, por supuesto y nosotros necesitamos que gane Sergio Massa“, ya que “tenemos una obra de 12.000 millones de pesos que es sistema de cloacal con el 100% para la ciudad; tenemos avanzadas las 87 viviendas, la terminal de colectivos” y “el conocimiento, yo lo conozco, tengo buena onda, nos mandamos mensajes, me contesta, nos llamamos por teléfono; es tener relación con el presidente de la nación”.
Para terminar, volvió a agradecer a la comunidad y subrayó que se vienen muchas acciones para seguir transformando la ciudad capital de la provincia.
LOA
