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CIENTÍFICOS UNIDOS

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CIENTÍFICOS UNIDOS

Más de 230 científicos de 18 países firmaron una carta sobre la necesidad real de unificar esfuerzos para la protección y conservación de las macroalgas de Latinoamérica.

 
La carta se redactó en un encuentro internacional en Chile allá por abril.
 
Esta iniciativa busca concientizar sobre la importancia de la inclusión de los bosques de algas Kelp en las políticas ambientales actuales para garantizar un mar saludable.
 

 

LA CARTA: 

 

Punta Arenas, 5 de abril de 2024

A quien corresponda,

Durante el primer encuentro de expertos en macroalgas de Latinoamérica, celebrado en Punta Arenas, Chile, más de 100 investigadores, estudiantes y profesionales dedicados a estos ecosistemas marinos tuvimos la oportunidad de compartir información y unificar esfuerzos para la protección y conservación de los bosques de macroalgas en nuestros países.

Estos bosques marinos son fundamentales para las costas del mundo y para el funcionamiento de los océanos, comparables a los bosques tropicales terrestres. Son el principal hábitat marino en el 30% de las costas del mundo, y se estima que los bosques de Latinoamérica representan cerca del 40% de esta cobertura, conectando a países como México, Perú, Chile y Argentina a lo largo de más de 10,000 kilómetros de costa e islas.

Ofrecen valiosos servicios ecosistémicos y beneficios ambientales para Latinoamérica al proteger y alimentar a miles de especies de peces, invertebrados, algas y mamíferos marinos.

También sostienen algunas de las pesquerías más importantes del planeta, actividades recreativas como el buceo y la pesca deportiva, ayudan a proteger las costas de los impactos de las tormentas y la erosión costera, y son potenciales fuentes de mitigación del cambio climático. Sin embargo, en las últimas décadas la combinación de actividades humanas y factores ambientales han llevado a la pérdida de grandes extensiones de estos bosques en algunas regiones de Latinoamérica debido a las olas de calor, extracción excesiva, sobrepesca, contaminación y otras amenazas.

Los gobiernos de México, Perú, Chile y Argentina se han comprometido a los 23 objetivos del marco mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal que incluye la conservación del 30% de los océanos para 2030 a través de áreas marinas protegidas (AMPs) y otras formas de manejo espacial. Este nuevo marco enfatiza la necesidad de manejar de manera efectiva los ecosistemas marinos mediante redes de AMPs que sean representativas, bien conectadas, adecuadamente manejadas, equitativas, y que se adapten al cambio climático. Además, se destaca la necesidad de conservar ecosistemas críticos para la biodiversidad del planeta.

Aunque México, Perú, Chile y Argentina han protegido cerca del 30% de sus bosques de macroalgas dentro de algún tipo de AMP, menos del 1% (en algunos casos 0%) se encuentra dentro de AMPs altamente protegidas, que son las herramientas más eficaces para conservar la biodiversidad marina. Además, investigaciones recientes muestran que las redes de AMP altamente protegidas pueden mejorar la resiliencia de los ecosistemas de macroalgas frente a los efectos del cambio climático y promover la recuperación de especies asociadas de peces e invertebrados.

Por tanto, con el objetivo de visualizar la importancia del ecosistema de bosque de macroalgas y promover acciones para su protección, presentamos en esta carta tres ejes de acción que consideramos oportunidades para ser implementadas por tomadores de decisiones, gobiernos, organizaciones locales, academia y sociedad civil.

Primero, es crucial priorizar la inclusión de los bosques de macroalgas en las políticas ambientales de Latinoamérica, protegiendo de forma eficiente el 30% de su extensión. Esto implica aumentar la protección de estos bosques dentro de AMPs altamente protegidas que son más restrictivas a la extracción y la pesca. Estas AMPs deben formar parte de una red conectada y funcional, considerando la sustentabilidad y las necesidades de las comunidades locales. Además, es fundamental mejorar la gestión y la financiación de las AMPs existentes para garantizar su eficacia.

Segundo, es crucial establecer figuras de protección para aquellas especies que forman bosques de macroalgas (e.g., Macrocystis pyrifera, Lessonia spp) ya que en algunas regiones de Latinoamérica algunas de estas especies están amenazadas por la extracción directa y el cambio climático. Estas medidas deben ser compatibles con el desarrollo sustentable y las necesidades de las comunidades locales.

Tercero, es necesario identificar y proteger los bosques de macroalgas persistentes y resilientes, que sirven como indicadores de integridad ecológica y refugios climáticos potenciales. Estas áreas son menos impactadas por el cambio climático y son cruciales para la persistencia de la biodiversidad marina en Latinoamérica.

Para lograr estos objetivos, es fundamental el apoyo de las instituciones gubernamentales y los tomadores de decisiones hacia los proyectos e instituciones que investigan, conservan, y difunden información sobre los bosques de macroalgas en Latinoamérica.

La finalidad es posicionar a este ecosistema como una prioridad en la agenda de conservación para Latinoamérica, reconociendo su importancia vital para la biodiversidad y la salud del océano, respaldado por la evidencia científica.

Muchas gracias,

 

 

FIRMAS: