Las empresas se desprenden de activos y otras suman proyectos. La búsqueda de “Namibia” y la posibilidad de seguir explorando el potencial del offshore.
Había mucha expectativa. El país estaba jugando un partido que permitiría salir de mitad de tabla y comenzar a ilusionarse con los primeros puestos y, quizás, entrar a una copa internacional. Sin embargo, un gol inesperado antes de terminar el primer tiempo significó un golpe para la industria hidrocarburífera. Lo cierto es que el partido por el offshore continúa.
La ansiedad se apoderó de la escena. A partir de los resultados en el bloque Cuenca Argentina Norte (CAN) 100, el Gobierno nacional comenzó a informar que las empresas se desprendían de los activos, pero otras ganaban terreno en el Mar Argentino.
Equinor, TotalEnergies y BP fueron las compañías que decidieron desistir de una parte o el total de sus bloques offshore. La empresa noruega le vendió a CGC el 25% de su participación de los bloques 105 y 106 de la zona Austral.
Mientras que TotalEnergies y BP devolvieron las áreas CAN 111 y CAN 113 al Estado Nacional, luego de un pago superior a los 13 millones de dólares.
Otra venta que se realizó corresponde al 30% del bloque Tauro-Sirius que la italiana ENI cede a la filial de PAE, Pan American Sur.
A esto se le debe sumar que ExxonMobil ya había devuelto tres áreas en la zona Malvinas Oeste, como parte de su retiro del país.
“Señales no positivas”
“Lo de Argerich fue un golpazo, porque había muchas expectativas. A veces a uno le agarra la ansiedad de un mal resultado, pero el partido sigue”, consideró Juan José Carbajales, titular de la consultora Paspartú, en diálogo con +e.
Las expectativas que generó el offshore fueron tan altas que cada movimiento que hacen las empresas tiene repercusión en la industria. La venta o devolución de los activos llamó la atención entre los especialistas.
“Se van las grandes de afuera y compren las de acá. No es que esté mal de por sí, pero pareciera ser como una tendencia de que no habría tanto interés. En los bloques tenés que ir mostrando algo de avance o algún tipo de resultado y si las empresas grandes se van se puede leer que no es una señal positiva”, consideró el ex subsecretario de Hidrocarburos.
“No hay que dejar de explorar”
En el Mar Argentino hay 13 bloques adjudicados, que cuenta con diferente nivel de progreso de exploración. Esas áreas tienen entre 5 mil y 15 mil metros cuadrados y los trabajos son como “encontrar una aguja en un pajar”. Ese fue el panorama que trazó Diego Lamacchia, especialista en offshore, para considerar que las tareas en CAN 100 todavía no han terminado.
En diálogo con +e, el ingeniero explicó que, usualmente en las campañas exploratorias en aguas ultra profundas, se realizan 10 pozos porque varios dan como resultados “secos”. A esto se le debe agregar que el proyecto Argerich es una zona de frontera por lo que los riesgos para encontrar petróleo aumentan.
“Seguramente el recurso está, lo que pasa es que hay que encontrarlo y encontrarlo lleva tiempo. Es todo un proceso y estamos en un área de frontera al mismo tiempo te aparecen en otros lugares del mundo áreas nuevas que son terriblemente prolíficas”, destacó.
Guyana y Namibia son las estrellas del offshore y se especula que desde la parte sur de Uruguay hasta la zona de Argerich sea un espejo de la formación estrella del país africano. “El hidrocarburo puede haber migrado hacia otro lado o quizás esté un poco más profundo. Argerich fue un balde de agua fría, pero eso no significa que hay que dejar de explorar”, subrayó.
Para perforar en el CAN 100 se contrató el buque Valaris DS 17. La llegada de la embarcación fue una verdadera travesía ya que para cumplir con las tareas tuvo que encontrar una ventana de tiempo entre sus compromisos en Brasil. Las tareas se realizaron en tiempo y forma y, más allá del resultado del pozo, dejaron un saldo positivo.
“Mar del Plata estuvo a la altura. Fue todo un éxito. Se perforó un pozo exploratorio en aguas ultra profundas en 1500 metros de la línea de agua en menos de dos meses. Hay un montón de lecciones aprendidas que nos van a permitir hacer cosas mucho mejores y, quizás con el RIGI y una reforma laboral se puedan acelerar los proyectos”, consideró Lamacchia.
El ingeniero recordó que la Cuenca Argentina tiene reservas estimadas en 31 mil millones de barriles de petróleo equivalente de los cuales el Atlántico Norte, desde el proyecto Argerich hacia la dirección de Uruguay, le correspondían 28 mil millones de barriles de petróleo.
“El hidrocarburo debe estar. Hay que seguir perforando, pero dependerá de quien tome los riesgos de hacer esas tareas”, evaluó.
El mejor ejemplo de arriesgar fue el consorcio integrado por Equinor, YPF y Shell. La empresa noruega gastó más de 100 millones de dólares y el resultado no fue el esperado.
Objetivo Namibia
El presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró que el pozo Argerich fue en busca de una formación diferente a la encontrada en Namibia, por lo que se seguirá investigando el potencial del Mar Argentino.
El pope de la empresa de mayoría estatal ratificó que las empresas fueron a buscar otro objetivo geológico, que cuenta con una migración de 70 kilómetros. “Existe Namibia en el Mar Argentino y nosotros tenemos dos áreas, una en Argentina y otra en Uruguay. Ese va a ser otro foco de lograr perforar”, destacó.
Marín afirmó que se acelerarán los trabajos de exploración asociándose con empresas que tengan el know-how de perforar en el offshore. “Hay que ir a buscar Namibia y si vas a buscar Namibia, la probabilidad de éxito es muchísimo más alta. Aumenta mucho la probabilidad de éxito, porque estás buscando lo mismo en la misma época geológica. Yo creo que eso puede llegar a ser una realidad. Yo creo que se puede encontrar”, subrayó.
“Nosotros le vamos a buscar foco en buscar Namibia. Hay que buscar esa parte geológica y la gente de YPF la tiene recontra clara”, destacó Marín.
Una cuestión de estrategia
Para el especialista, la venta o devolución de activos en el Mar Argentino es parte de los planes de las compañías. Eso no significa que se enciendan las alarmas y proyectó que para el 2025 habría más perforaciones en aguas ultra profundas y más estudios sísmicos.
“Exxonmobil no devuelve sus bloques porque el pozo Argerich dio seco, devuelve sus bloques porque está en un proceso de retira del país para centrarse en otros activos que le dejan más rentabilidad y que le ocasionan menos problemas como puede ser Guyana”, consideró Lamacchia.
En el caso de BP y TotalEnergies, el especialista aseveró que su devolución de las áreas se debe a una decisión estratégica.
“Con el avance de Argerich, las empresas empezaron a ver que tenían que empezar a hacer sísmica y el tiempo comenzaba a correr. Ellos vieron que Argerich no dio y evaluaron los riesgos y decidieron no invertir 100 millones de dólares en algo que no sabían si les daría resultados. Pensaron que lo mejor era pagar 13 millones de dólares al gobierno y devolver el área sin ningún tipo de problema”, afirmó.
“En BP sucede algo parecido. Estaban en un país que no lo necesitaban, que no le mueve la aguja ni les afecta a sus inversiones. Se fueron porque no estaban dispuestos a correr el riesgo”, agregó.
El mapa del offshore se reconfigura para volver a disputar un partido que todavía le falta un segundo tiempo.
FUENTE: MÁS ENERGÍA