En las últimas horas, una señora fue sorprendida en intentando robar dentro del “Autoservicio Cerca” de Río Gallegos. El hecho quedó registrado en video, donde se la observa claramente en una de las góndolas del local, mientras carga apresuradamente una gran cantidad de productos en su mochila, actuando con total impunidad.
Este tipo de robos no es una novedad para los comerciantes de la ciudad, quienes ya están cansados de lidiar con estas situaciones. La práctica de sustraer mercadería a plena luz del día, sin reparo alguno, se ha vuelto cada vez más común, algo que años atrás resultaba impensable en esta comunidad.
Muchos dueños de negocios pequeños y medianos sienten que están luchando solos contra una creciente ola de hurtos. “Lo peor es la impotencia”, comentó un comerciante que prefirió mantenerse en el anonimato. “Uno trabaja todos los días, se esfuerza por mantener su local abierto, por ofrecer un buen servicio, y después viene alguien y, en un instante, te roba sin ningún tipo de remordimiento. Es frustrante ver cómo se llevan lo que te costó tanto trabajo conseguir”.
Este sentimiento es compartido por muchos otros comerciantes que ven cómo, a diario, se repiten estos actos con total descaro. Situaciones que antes no eran parte del paisaje de Río Gallegos, ahora se han convertido en una constante para los negocios de barrio, dejando a sus dueños en una sensación de vulnerabilidad y desprotección.
Las cámaras de seguridad se han vuelto una herramienta fundamental para intentar frenar estos episodios, pero, tal como demuestra el caso en “Autoservicio Cerca”, a menudo parece no ser suficiente. Los comerciantes piden más apoyo y medidas concretas para frenar estos robos, que no solo afectan sus bolsillos, sino también la confianza y seguridad en la ciudad.
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