El Gobierno de Claudio Vidal sigue enfrentando críticas por su gestión, marcada por medidas contradictorias y un evidente descontento social. El reciente debate sobre el impuesto a las ganancias refleja la desconexión entre el oficialismo y las necesidades reales de los santacruceños, beneficiando a una élite en lugar de a los más vulnerables.
El manejo del Impuesto a las Ganancias en Santa Cruz se ha vuelto un eje de polémica. Mientras el gobernador Claudio Vidal intenta presentar esta medida como un alivio para los trabajadores, la realidad es que los principales beneficiados son los funcionarios mejor pagos.
La pregunta central sigue siendo: ¿Por qué se subsidia a los que más tienen mientras gran parte de la población lucha por llegar a fin de mes?Desde que comenzó el debate por la Ley Base la discusión por el pago de ganancias fue moneda de cambio del Gobierno Provincial con el Presidente Milei, el objetivo principal fue que los trabajadores de la industria petrolera no vuelvan a pagarlo. Recordemos que esta fue una de las grandes batallas que dieron los trabajadores, el no pago del Impuesto a las Ganancias fue uno de los caballitos de batalla del actual Gobernador.
El Gobierno de Claudio Vidal no encuentra su lugar en el mundo, un día se levanta y Milei es el camino de la salvación, y otro día es el mal personificado y responsable de todos nuestros males.
Una vez un funcionario muy cercano al Gobernador me manifestó que “Claudio no es un profesional de la política” y que por eso había que tenerle paciencia. Creo que el pueblo de Santa Cruz es muy paciente, un sistema de Salud que cruje, una Educación que cambio de conducción tres veces en 6 meses, empleados públicos en su mayoría por debajo de la línea de la pobreza o en la frontera de ser pobres.
Santa Cruz aguanta, aguanta que funcionarios ganen más de 4 millones de pesos, que se les devuelva el impuesto a las ganancias y que se auto adjudiquen las polémicas unidades al mérito por más de 600 mil pesos.
La historia política del Claudio Vidal está llena de idas y vueltas, como la de casi todos los políticos Argentinos, recordemos aquel acto en Caleta Olivia cuando sentado al lado de Javier Belloni anuncio su candidatura a Gobernador una vez que el propio Belloni la había anunciado minutos antes, lo que en un principio parecía una alianza termino en una competencia.
Una mañana en Santa Cruz amanecíamos con la noticia que a partir de ahora todos iban a pagar ganancias, y por la tarde el propio Claudio Vidal rodeados de los dirigentes gremiales estatales que tienen sus afiliados con los sueldos mas bajos, dijo que nadie iba a pagar ganancias entre los empleados públicos, lo que nadie dijo esa tarde que esta medida era casi en exclusivo para los funcionarios de alto rango, este tipo de medidas viscerales que toma el Gobernador son de dudosa legalidad, y de un grado de populismo importante. Entre los empleados Públicos de Santa Cruz serán muy pocos los que paguen ganancias, y esto es nada más y nada menos porque la mayoría de ellos tienen sueldos miserables que apenas los deja llegar a fin de mes, lo que n dice el gobierno en el Decreto 1005 que la mayoría de los beneficiados serán funcionarios, si así como lo lees, serán funcionarios. Aun no se sabe cuántos ni a cuánto asciende el monto que destinara el Ministerio de Economía para esta subsidio a los que más ganan.
Son muchas las preguntas que nos hacemos por esta medida.
¿Por qué se subsidia a los que más ganan, y no a aquellos que no pueden pagar el gas?
¿Por qué se subsidia a los que más ganan, y no a aquellos que no pueden pagar la luz?
¿Por qué se subsidia a los que más ganan, y no a aquellos que no pueden llegar a fin de mes?
¿Por qué se subsidia a los que más ganan, y no a aquellos que no pueden pagar el alquiler?
¿Por qué se subsidia a los que más ganan, y no a aquellos que no pueden vestir a sus hijos?
¿Por qué se subsidia a los que más ganan, y no a aquellos que no tienen sus necesidades básicas insatisfechas?
Son muchos los poque, que surgen con esta medida, que esta disfrazada de justa, pero es de las más injustas que puede tomar un gobierno, y más si tenemos en cuenta el origen sindical de quien gobierna los destinos de Santa Cruz