A principios de noviembre, el presidente de la Comisión de Fomento de Koluel Kayke, Tomás Cabral, oficializó su incorporación al partido SER Santa Cruz, liderado por el gobernador Claudio Vidal. El anuncio, celebrado como un hito político por el oficialismo, fue acompañado por un acuerdo firmado con el Ministro de Gobierno, Pedro Luxen, que buscaba consolidar la expansión del espacio en la provincia. Sin embargo, poco después de aquel acto, una serie de hechos vinculados a presuntas irregularidades comenzó a empañar la gestión de Cabral y, con ello, el mensaje de transparencia y desarrollo del partido.
El acuerdo, enmarcado como un compromiso para construir “una Santa Cruz con más oportunidades y justicia para todos”, fue presentado por Luxen como una victoria estratégica. “La incorporación de Cabral es un paso significativo para avanzar en nuestra visión de unidad y desarrollo”, destacó el ministro en aquel momento. Cabral, por su parte, expresó su entusiasmo por unirse al proyecto, subrayando la necesidad de trabajar en conjunto por el bienestar de los vecinos.
No obstante, en las últimas semanas, el discurso de renovación política quedó en entredicho. Este miércoles, las oficinas de la Comisión de Fomento de Koluel Kayke fueron allanadas por la División de Investigaciones de Pico Truncado, en el marco de una causa judicial por presunto abuso de autoridad y fraude en perjuicio de la administración pública. Los investigadores, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción N° 1 de Pico Truncado, a cargo del juez subrogante Marcelo Nieva, secuestraron documentación que podría ser clave para el avance de la causa.
El episodio no es aislado. La investigación en curso es solo uno de los casos recientes que vinculan a dirigentes cercanos al oficialismo con acusaciones de corrupción. Mientras SER Santa Cruz busca posicionarse como una alternativa de cambio, los cuestionamientos a figuras clave como Cabral amenazan con socavar la credibilidad del partido.
En este contexto, las palabras del ministro Luxen, quien destacó la “transformación posible a través del esfuerzo colectivo y el compromiso real con los ciudadanos”, contrastan con los hechos judiciales que sacuden la imagen del espacio político. Además, las denuncias no solo afectan a Cabral, sino que reavivan la memoria de otros episodios de presunta corrupción en la provincia, que incluyen manejos poco claros de fondos públicos y falta de transparencia en la adjudicación de obras.
La situación genera tensiones tanto en el plano político como social. En Koluel Kayke, las promesas de progreso, como la instalación de una nueva máquina de adoquines y la creación de empleo local, se ven opacadas por la incertidumbre que generan las investigaciones judiciales. A nivel provincial, la expansión política de SER Santa Cruz parece avanzar en paralelo a un creciente escrutinio sobre la conducta de sus dirigentes.
Con la justicia avanzando en múltiples frentes, el desafío para SER Santa Cruz será demostrar que su mensaje de unidad y transparencia puede sostenerse frente a los hechos. La administración de Cabral y su incorporación al oficialismo ahora serán evaluadas no solo por los resultados prometidos, sino también por su capacidad para rendir cuentas ante los ciudadanos.