Santa Cruz atraviesa una crisis energética y laboral marcada por las decisiones y contradicciones de la gestión de Claudio Vidal en torno a YPF. Lo que prometía ser una reactivación del sector petrolero terminó en incertidumbre económica, pérdidas de empleo y descontento social.
La provincia de Santa Cruz ha experimentado cambios significativos en su sector energético bajo la administración de Claudio Vidal. Las decisiones tomadas respecto a Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) han generado controversias y desafíos económicos y laborales para la región.
Durante la gobernación de Alicia Kirchner, la provincia logró un acuerdo clave con YPF en 2022 que saldó una deuda de 341 millones de dólares, generada por la caída de inversiones entre 2016 y 2019. Este convenio, al que se sumaron 100 millones de dólares adicionales, representó una inversión récord de más de 400 millones de dólares, destinada a fortalecer la industria energética, el empleo y las regalías provinciales.
Este convenio no solo saldó deudas pendientes, sino que también estableció una base sólida para el desarrollo energético, la inversión y el empleo en la provincia. Alicia Kirchner destacó que este acuerdo era fundamental para el crecimiento sostenible de Santa Cruz, estableciendo un precedente de colaboración con la principal operadora estatal del país.
Con su llegada al gobierno, Claudio Vidal adoptó un discurso crítico hacia YPF, acusándola de reducir inversiones y producción en la provincia. Su promesa de recuperar yacimientos para adjudicarlos a empresas locales parecía apuntar a una reactivación económica y laboral.
Desde el inicio se mostró al nuevo gobierno de Santa Cruz confrontando con YPF, marcando distancia y proponiendo cambios radicales en el modelo de trabajo.
Los primeros meses de gestión el Gobierno de Santa Cruz acumuló declaraciones hostiles hacia la empresa estatal nacional de energía y propone tomar para sí las áreas hidrocarburíferas. Prometía un nuevo modelo con más trabajo y muchos más ingresos para Santa Cruz.
En ese marco YPF anunció su retiro de Santa Cruz como parte de su “Proyecto Andes”, que prioriza inversiones más rentables. La empresa implementó un programa de retiros voluntarios que afectó a 2.500 trabajadores, dejando a la provincia en una encrucijada. Paradójicamente, mientras Vidal exigía una salida “ordenada y clara” de la compañía, su plan inicial de transferir los yacimientos a firmas locales quedó en el aire, sin resultados concretos.
Golpe a las Regalías y la Economía Provincial
La partida de YPF tuvo consecuencias inmediatas: Santa Cruz perdió aproximadamente 5 millones de dólares en regalías durante el primer semestre de 2024, un golpe directo a los ingresos provinciales destinados a servicios esenciales como salud y educación.
En paralelo, el clima de incertidumbre laboral derivado de los retiros voluntarios y posibles despidos masivos intensificó las tensiones sociales, afectando la estabilidad en una provincia históricamente dependiente de la actividad petrolera.
Una Estrategia Incierta
La gestión de Claudio Vidal frente a YPF refleja una falta de planificación estratégica que ha debilitado al sector energético de Santa Cruz. Promesas incumplidas, contradicciones en su discurso y la ausencia de acuerdos sólidos con la empresa estatal han agravado los problemas económicos y laborales de la provincia.
El desafío ahora es recuperar el rumbo, con políticas claras y efectivas que impulsen el desarrollo local, atraigan inversiones y protejan las fuentes de trabajo en un contexto cada vez más crítico para Santa Cruz.
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