Fernando Españon y su “renuncia” a los fueros: una jugada política sin impacto real

El diputado oficialista hizo un anuncio rimbombante, pero seguirá en su banca y la Legislatura debe aprobar su decisión. La Justicia, atada de manos hasta que el trámite avance.

La política santacruceña sumó un nuevo capítulo de gestos vacíos con la supuesta renuncia a los fueros del diputado Fernando Españon, quien declaró públicamente que se ponía a disposición de la Justicia. Sin embargo, en los hechos, su situación no cambia en lo más mínimo: seguirá ocupando su banca, continuará al frente del bloque oficialista Por Santa Cruz y su decisión solo tendrá efecto si la Legislatura provincial lo convalida.

El anuncio generó impacto mediático y fue presentado como un hecho inédito en la provincia, pero lo cierto es que el trámite no depende de la voluntad del legislador. La Constitución de Santa Cruz es clara: los fueros no son un privilegio personal que un diputado pueda entregar a discreción, sino una herramienta institucional que solo puede ser retirada por el voto de sus pares. Sin ese paso, Españon seguirá gozando de la misma inmunidad que antes de su declaración pública.

Un anuncio sin consecuencias prácticas

Lejos de significar un verdadero cambio en su situación judicial, la movida se parece más a una estrategia para controlar el relato. En su declaración, Españon intentó mostrarse como alguien diferente a sus adversarios políticos y habló de una supuesta intención de la oposición de usar su caso con fines electorales. Sin embargo, el mensaje omite un detalle clave: hasta que la Legislatura no trate y apruebe su pedido, seguirá protegido de cualquier intento de la Justicia de avanzar sobre su situación.

La oposición no tardó en señalar lo evidente: el diputado no pierde absolutamente nada con esta maniobra. Mientras su caso avanza en los medios, en términos legales sigue blindado, y su continuidad en la Legislatura y en el bloque oficialista nunca estuvo en discusión.

La Justicia sigue esperando

A pesar de la declaración de Españon, el Poder Judicial no podrá avanzar en su contra hasta que la Cámara de Diputados apruebe la remoción de sus fueros. Y ahí está el verdadero problema: con el oficialismo controlando la Legislatura, el trámite podría quedar estancado indefinidamente.

El gesto simbólico ya tuvo su impacto en los titulares, pero sin una votación en la Cámara, nada cambia en la práctica. El verdadero test estará en lo que haga la Legislatura en las próximas semanas: si acepta el pedido de Españon o si todo queda en una simple jugada discursiva sin consecuencias reales.

Por ahora, el diputado sigue ocupando su banca con la misma inmunidad de siempre.