El fracaso del éxito: filas interminables por pescado regalado en Santa Cruz

Por Redacción

Mientras en otros tiempos la Semana Santa traía escenas de recogimiento y encuentro familiar, en Santa Cruz lo que dejó este año fue una postal cruda del deterioro social: miles de personas haciendo fila desde la madrugada para conseguir dos kilos de merluza. Lejos de ser una postal de gestión eficiente, las imágenes que difundió el propio gobierno provincial terminaron exponiendo lo que buscaban ocultar: el fracaso de sus políticas sociales.

El Ejecutivo de Claudio Vidal intentó mostrar la entrega de pescado como un “logro de gestión”. Hubo partes de prensa, imágenes cuidadosamente tomadas y hasta una celebración por parte de la ministra de Desarrollo Social, Luisa Cárdenas, quien destacó que “a las 8 de la mañana ya había gente esperando”. Lo que para ella fue un síntoma de organización y éxito, para muchos santacruceños fue un reflejo de urgencia y necesidad.

La paradoja es brutal: lo que el gobierno muestra como un triunfo es, en realidad, un espejo del empobrecimiento. ¿Qué festejan los funcionarios? ¿El hambre? ¿El hecho de que miles de vecinos no puedan pagar los $9.000 por kilo que cuesta la merluza en las pescaderías locales? El “éxito” del operativo de reparto gratuito no es otra cosa que el fracaso de la economía real, la que viven los que ya no tienen trabajo, ni changas, ni cómo llenar la olla.

Desde fines de 2023, Santa Cruz perdió más de 3.000 empleos directos solo en el sector petrolero, a lo que se suman despidos en la construcción, el comercio y otros sectores arrastrados por la crisis. Para muchas familias, el pescado se volvió un lujo inaccesible. Y eso en una provincia rica en recursos naturales.

Lejos de tomar nota del drama, el gobierno celebra como si estuviera inaugurando una nueva etapa de bienestar. Pero las filas hablan por sí solas: la gente no madruga por entusiasmo ni agradecimiento, sino por hambre. Es el rostro visible de un modelo que no está dando respuestas.

En lugar de política social, asistencialismo. En lugar de trabajo digno, colas por una bolsa con dos kilos de pescado. Eso no es éxito, es la derrota más profunda. Y, además, “televisada”

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