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EL GOLPE QUE NO FUE…AUN

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EL GOLPE QUE NO FUE…AUN

INTERNAS Y TRAICIONES EN SANTA CRUZ: EL GOLPE QUE NO FUE…AUN

La Legislatura de Santa Cruz se transformó en un campo de batalla donde los aliados de ayer se convirtieron en enemigos declarados. El Vicegobernador Fabián Leguizamón, acorralado por los diputados de SER Santa Cruz y algunos supuestos aliados internos, enfrenta una guerra que parece no tener tregua. La disputa, lejos de ser meramente política, revela un entramado de ambiciones por cargos y manejo de fondos que sacude al oficialismo. En el centro de esta tormenta, la disputa por la bendición de Claudio Vidal para encabezar la lista a diputados nacionales se convirtió en el eje de la batalla. Pedro Luxen y Daniel Álvarez se posicionan como los contendientes más fuertes, cada uno buscando ser el elegido en una interna que no deja heridos, solo vencidos.

Los dardos contra Leguizamón comenzaron a ser lanzados por Pedro Luxen, referente del espacio SER, y rápidamente se multiplicaron entre los legisladores que reclamaron, sin rodeos, mayor participación en la “caja” y un reparto más generoso de cargos en el Gobierno. Pero el conflicto no se reduce a un simple tironeo por espacios de poder: detrás de la avanzada de Luxen, se esconde una maniobra articulada para desgastar al Vicegobernador y desplazarlo de su lugar de influencia. En el fondo, esta guerra contra Leguizamón tiene un trasfondo claro: su amistad y cercanía política con Daniel Álvarez, el otro gran contendiente por la bendición de Vidal para encabezar la lista a diputados nacionales.

EL GABINETE SE PARTIÓ EN DOS: EX KIRCHNERISTAS VS. PETROLEROS

Mientras la tensión crece en la Legislatura, en el gabinete de Claudio Vidal las alianzas se reconfiguran. Leguizamón, lejos de encontrar un refugio en el gabinete petrolero, enfrenta un aislamiento estratégico. Aunque aún puede contar con el respaldo de Daniel Álvarez (Jefe de Gabinete), Jaime Álvarez (Ministro de Energía) y Nicolás Brizuela (Ministro de Gobierno).

Las diferencias no son menores: la disputa por el control del radicalismo en Santa Cruz encendió la bronca cuando Leguizamón se sintió traicionado por Vidal, quien, en un giro inesperado, respaldó a Daniel Gardonio para liderar el espacio. Este movimiento fue leído por el Vicegobernador como una jugada para bajarle el precio político.

GOLPE INSTITUCIONAL: EL SECRETO A VOCES EN LOS PASILLOS

Las versiones de un golpe institucional comenzaron a tomar fuerza cuando las tensiones llegaron al recinto. Los legisladores de SER, apuntalados por Luxen, buscaron forzar una reestructuración del poder en la Legislatura, removiendo a los laderos de  Leguizamón de sus funciones. En los pasillos, el pedido de juicio político es un secreto a voces, una movida que busca terminar de sepultar las aspiraciones del Vicegobernador.

Mientras tanto, el desconcierto se apodera del Gobierno. Concejales y ministros parecen caminar sin rumbo, sin saber cómo sostener una gestión que acumula promesas de obras que nunca llegan y salarios que permanecen por debajo de la línea de la pobreza. El desgaste se siente en cada rincón de la administración, donde los discursos grandilocuentes chocan con la realidad de los números y la bronca de los empleados públicos.

Hoy, la interna en Santa Cruz no es solo una pelea de egos ni un simple desacuerdo entre funcionarios. Es una guerra declarada por el control de la provincia, con traiciones, reacomodamientos y un conflicto que apenas comienza. El tablero está en movimiento, y los jugadores parecen dispuestos a todo para quedarse con la última ficha. Y en el medio de este descalabro, emerge una disputa clave: la bendición de Claudio Vidal para encabezar la lista a diputados nacionales. Pedro Luxen y Daniel Álvarez se mueven como piezas estratégicas en esta partida. El apoyo del gobernador se ha convertido en el trofeo más codiciado, y la presión para definir esa candidatura aumenta a medida que se profundiza la crisis interna.