La nueva película sobre Fórmula 1, protagonizada por Brad Pitt y dirigida por Joseph Kosinski, ha logrado una hazaña extraordinaria en taquilla
El estreno global de F1, con Brad Pitt interpretando a un piloto retirado que vuelve a las pistas, ha marcado un hito tanto en la carrera del actor como en la industria cinematográfica. Dirigida por Joseph Kosinski, la película logró recaudar aproximadamente $590 millones de dólares en todo el mundo, superando los récords anteriores de Pitt y consagrándose como la producción más exitosa de su carrera en cuanto a taquilla.
La acogida en las salas de cine ha sido notablemente positiva fuera de Estados Unidos, aunque con diferencias importantes según el mercado. El estreno en territorio estadounidense, con aproximadamente $61 millones de dólares, ya anticipaba un resultado comercial destacado, pero la respuesta en mercados clave como China (unos $59 millones de dólares), Reino Unido ($30 millones de dólares), Francia ($29 millones de dólares), Corea del Sur ($26 millones de dólares) y México (cerca de $21 millones de dólares) consolidó el impacto global.
La crítica ha respaldado la fortaleza de la película; las secuencias espectaculares y el enfoque en la cultura de la Fórmula 1 han atraído tanto a los fanáticos de este deporte como a quienes buscan una experiencia de entretenimiento de alta calidad. Sin embargo, a pesar del éxito visible, la película encara el desafío financiero de un presupuesto que podría alcanzar los $325 millones de dólares, lo que pone en duda la rentabilidad inmediata considerando que el punto de equilibrio se estima en unos $810 millones de dólares.
El récord alcanzado por F1 adquiere mayor relevancia al considerar la trayectoria de Brad Pitt, quien cuenta con más de 25 películas que han superado los $110 millones de dólares en recaudación mundial, incluyendo títulos como Troya y Sr. y Sra. Smith. Su anterior récord personal pertenecía a World War Z de 2013, que había recaudado cerca de $584 millones de dólares.
El impacto de F1 también fomenta el desarrollo de franquicias deportivas, un género que históricamente no solía alcanzar cifras tan altas fuera del circuito anglosajón. Un aspecto adicional es la comparación con otros estrenos recientes: mientras Los 4 Fantásticos: primeros pasos, también de gran presupuesto, supera los $405 millones de dólares en recaudación global, y otros títulos animados como Los tipos malos 2 logran estrenos sólidos en mercados clave, ninguno ha igualado el crecimiento sostenido de F1 tras varias semanas en cartelera.
El desempeño en taquilla de F1 ya está influyendo en las decisiones de estudios competidores y plataformas, que buscan licencias deportivas potentes o figuras del nivel de Pitt para encabezar nuevos proyectos. La dinámica también pone en evidencia ciertas paradojas: aunque la producción de Kosinski está cerca de duplicar los resultados de cualquier otra película anterior de Apple Studios, la meta del punto de equilibrio financiero introduce riesgos que hoy en día se valoran con mayor rigurosidad. Para el público, esta tendencia se traduce en una cartelera que prioriza la espectacularidad y el atractivo cultural y mediático de los protagonistas.
Aunque la estrategia de Apple busca un valor a largo plazo, especialmente con la llegada eventual de la cinta a plataformas de streaming, la fórmula no es replicable de forma universal en la industria. De todos modos, este caso sienta un precedente para otras producciones que aspiren a captar la atención mundial dentro de un contexto de audiencias cada vez más fragmentadas.
FUENTE: Infobae
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