LORD LUXEN
Luxen, el sindicalista de papel: ¿qué quedó de los peones cuando traicionas al que los honró?
RÍO GALLEGOS, agosto de 2025 – La política santacruceña regaló esta semana una escena con más filo que una navaja: un ex sindicalista que no tolera cómo cuenta la historia Osvaldo Bayer. Un nombre con trayectoria obrera que parece incomodarse con la crudeza obrera.
“No estoy de acuerdo con cómo cuenta la historia Osvaldo Bayer”, espetó Luxen ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda, aunque luego salió a “arreglarla”, como si con un retoque verbal pudiera silenciar ochenta años de fusilamientos, memoria y dignidad.
Lo irrefutable: el legado de Bayer, y lo que nunca podrá rectificar un ajuste semántico
Revelador, valiente, necesario: Bayer fue el historiador que expuso la Patagonia Rebelde, donde entre 1.000 y 1.500 peones fueron fusilados mientras luchaban por condiciones más humanas en 1920–22 en Santa Cruz. Un capítulo silenciado que él se encargó de que no cayera en el olvido. Cronista de los de abajo: No solo lo plasmó en documentos. Lo convirtió en historia pública: su emblemática obra de cuatro tomos, con voces, fechas y nombres; una pulsión histórica insurgente. Del libro a la pantalla: La Patagonia Rebelde (1974) —basada en sus investigaciones— fue censurada y su estreno tardó años. Recién en democracia volvió a proyectarse oficialmente, como un eco tardío de justicia. Exilio y resistencia: Como muchos de su generación, Bayer sufrió censura y persecución por su trabajo. Exiliado incluso llegó a escribir desde Berlín. Nunca bajó el puño de la memoria.
Y ahí está Pedro Luxen: sindicalista de apariencia, guardiancito de lo “agradable”
Imaginen al sindicalista que no puede soportar que la historia que él debería abrazar sea demasiado incómoda, demasiado real. Quejarse del tono mientras se acompaña simbólicamente del borrado es un gesto que duele más que cualquier lápiz rojo. Es desclasarse de la historia obrera, traicionar el vínculo que se presume representa.