EL GOBIERNO DENUNCIA A STOESSEL
La justicia como herramienta política: la avanzada del gobierno contra la oposición
En Santa Cruz se profundiza un escenario de tensión que amenaza con quebrar los límites de la convivencia democrática. La reciente denuncia presentada contra el ex vocal del Tribunal de Cuentas, Javier Alejandro Stoessel, aparece como una pieza más en un tablero donde el oficialismo busca moldear la Justicia a su medida.
El escrito judicial, ingresado por el contador Sergio Pérez Soruco con el patrocinio del abogado Emilio Monzón, apunta contra quien ejerciera como representante de la minoría entre 2016 y 2020. La acusación remarca supuestos hechos de gravedad institucional, pero el trasfondo político es inocultable: se trata de uno de los dirigentes que en reiteradas ocasiones cuestionó la falta de transparencia en la gestión y las maniobras presupuestarias del gobierno provincial.
No se trata de un hecho aislado. Desde el inicio de la gestión de Claudio Vidal se observa una estrategia de presión sobre el Poder Judicial: reducción de partidas presupuestarias, intentos de juicio político a jueces que no responden a sus designios y, más recientemente, el proyecto para ampliar de cinco a nueve miembros el Tribunal Superior de Justicia. Cada movimiento apunta en la misma dirección: construir una “justicia vidalista”, dócil, que funcione como resorte del poder político y no como contralor independiente.
La denuncia contra Stoessel se inscribe en ese clima. Más que un debate jurídico, revela un esfuerzo por disciplinar opositores a través de la vía judicial, silenciando voces incómodas y condicionando a quienes intenten marcar los desvíos del oficialismo.
La gravedad institucional es doble: por los hechos que se imputan, pero sobre todo por el uso de la Justicia como herramienta para callar y perseguir. El riesgo es evidente: que el Poder Judicial pierda su rol de árbitro y se convierta en un brazo ejecutor del poder político de turno. En un contexto donde los controles republicanos ya se encuentran debilitados, la avanzada oficialista amenaza con consolidar un modelo donde la única verdad es la que baja desde Casa de Gobierno.