EL GOBIERNO ANALIZA TOMAR DEUDA
EL GOBIERNO ANALIZA TOMAR DEUDA PARA PAGAR SUELDOS MIENTRAS RÍO GALLEGOS SUFRE EL CIERRE DE MÁS DE 150 COMERCIOS
La situación económica de Santa Cruz se vuelve cada vez más delicada y, según confirmaron a WOU fuentes directas del entorno de Claudio Vidal, en Casa de Gobierno ya se evalúa la posibilidad de tomar deuda para cubrir gastos corrientes, incluyendo sueldos y aguinaldos.
Una medida que, en cualquier administración ordenada, sería un último recurso. En esta, aparece demasiado pronto.
La caja que no cierra y una provincia sin horizonte de crecimiento
El Ejecutivo provincial enfrenta un combo explosivo: caída de la recaudación, estancamiento en regalías, parálisis de la obra pública y clima social en deterioro. En ese contexto, endeudarse para pagar salarios, algo que la actual gestión repudiaba en campaña, empieza a ser una opción real en los pasillos del poder.
Pero el riesgo es enorme: tomar crédito para gastos corrientes sin un horizonte de recuperación equivale a hipotecar el futuro para sobrevivir al presente.
Y hoy no hay señales de repunte económico ni de inversión privada que permitan pensar en un alivio cercano.
Una economía que se apaga: 150 comercios cerrados en un año
A la fragilidad fiscal se suma un dato que explica por qué la caja provincial está asfixiada:
Según un relevamiento de la Federación Económica de Santa Cruz (FESC), más de 150 comercios cerraron sus puertas en Río Gallegos solo en lo que va de 2025.
No se trata de una estadística más: es un síntoma claro de que la economía local se está apagando.
Otros números del informe profundizan la gravedad del cuadro:
- 32,6% de las empresas despidió personal.
- 62,8% no pudo pagar el aguinaldo.
- La mayoría reporta caídas drásticas en ventas y nulas expectativas de recuperación.
En una ciudad donde el comercio es uno de los principales motores de actividad, estos datos prenden sirenas: cuando la calle se apaga, la recaudación se desploma. Y cuando la recaudación se desploma, la Provincia corre a buscar salvavidas financieros.
El dilema político del vidalismo
La sola posibilidad de tomar deuda expone un problema político profundo: el Gobierno prometió orden y previsibilidad, pero en once meses se quedó sin oxígeno fiscal.
Y la situación empeora porque los gastos polémicos siguen apareciendo —compra de galpones millonarios, nombramientos de funcionarios, camionetas cero kilómetro— mientras sectores esenciales como salud y educación sobreviven con paros, falta de insumos y salarios atrasados.
En ese marco, endeudarse hoy implica admitir que:
1) la administración no logró estabilizar la caja, y 2) no hay un plan económico que oriente el 2026.
Pan para hoy, deuda para mañana
Economistas consultados por WOU advierten que contraer deuda para pagar salarios es una medida de corto aliento:
sirve un mes, complica cinco.
Especialmente en un escenario sin crecimiento, sin inversiones y con un sector privado que se achica a una velocidad inédita.
Si el Gobierno concreta esta opción, Santa Cruz puede quedar atrapada en un círculo vicioso: más deuda para menos actividad, menos actividad para menos ingresos, menos ingresos para más deuda.
El cierre de año más difícil
Lo que se discute hoy no es solo cómo se pagan sueldos y aguinaldos, sino qué modelo de provincia queda después.
Si el Ejecutivo recurre al endeudamiento para sostener lo básico, ¿qué margen quedará para obra pública, inversión, desarrollo o políticas sociales en 2026?
El Gobierno se acerca al final de su primer año con más preguntas que respuestas.
La más urgente:
¿Hasta cuándo se puede estirar la soga antes de que se corte?