ATE SANTA CRUZ: DENUNCIAN QUE GARZÓN AVALA DESIGNACIONES DEL GOBIERNO A CAMBIO DE FAVORES
EL SINDICALISMO QUE ENTREGA
GARZÓN ENTREGA A LOS TRABAJADORES A CAMBIO DE FAVORES
La conducción de ATE vive su capítulo más bajo: la entrega de derechos ya ni se disimula. Según trascendió, Garzón habría negociado beneficios personales a cambio de avalar designaciones del Gobierno. El caso más evidente: el nombramiento de su pareja como síndica en la cementera de Truncado. Mientras tanto, los trabajadores siguen pagando el costo de un sindicalismo arrodillado.
En Santa Cruz, los arreglos ya se hacen a cielo abierto.
El sindicalismo entregado es uno de ellos.
La última jugada de Carlos Garzón, referente de ATE, dejó expuesto lo que muchos señalaban hace tiempo: la dirigencia ya no defiende a los trabajadores, negocia a costa de ellos. Y lo hace sin pudor, sin disimulo y sin vergüenza.
Según denuncian fuentes internas, Garzón acordó el aval de ATE para decisiones del Gobierno a cambio de un beneficio muy particular: un contrato para su mujer, quien fue propuesta como síndica en la cementera de Pico Truncado. El “pliego” que circula lo deja en evidencia. La entrega está escrita.
A esto se suma un dato reciente: en ASIP asumió un delegado de ATE que responde directamente a Garzón. En redes se muestra activo, combativo, ruidoso… pero selectivo. Muy selectivo.
El nivel de descaro es llamativo. Hoy la ecuación parece simple: vos me das un cargo, yo te entrego a los trabajadores. Denuncia a Milei, se suma a todos los paros nacionales, critica al Gobierno nacional cada vez que puede. Pero jamás cuestiona a Vidal. No dice una sola palabra sobre los recortes provinciales, los atrasos salariales, las designaciones dudosas o las medidas que afectan a los estatales.
Una militancia de cartón pintado: fuerte con el de afuera, silenciosa con el de adentro.
Los estatales están solos. Su dirigencia eligió otro camino: el de los acuerdos en silencio, los cargos para la familia política y la entrega sin condiciones. En cualquier provincia sería un escándalo. En Santa Cruz, lamentablemente, se está volviendo costumbre.
Y lo más grave es que no lo ocultan. El entreguismo ya ni se disfraza de negociación colectiva. Es un toma y daca burdo, un intercambio de favores que pisa derechos laborales y deja a miles de estatales sin representación real.
Mientras el Gobierno avanza con ajustes, recortes y designaciones polémicas, ATE debería ser un freno, un contrapeso, una defensa. Pero no: es un sello en oferta, dispuesto a firmar lo que sea con tal de asegurar un beneficio personal.
En cualquier provincia sería un escándalo. En Santa Cruz, lamentablemente, se está volviendo costumbre.
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