LA REALIDAD PARALELA DEL GOBIERNO DE VIDAL

Convocar a una sesión legislativa el 24 de diciembre terminó de exponer la desconexión del Gobierno provincial: municipios sin aguinaldo, intendentes al límite y un presupuesto enviado fuera de plazo que ahora se quiere tratar, a las apuradas, en plena Nochebuena. El malestar es fuerte, sobre todo entre los diputados por pueblo propios, que no encuentran cómo explicar lo inexplicable.

En un clima de fuerte malestar político y social, el Gobierno provincial decidió convocar a una sesión legislativa para el 24 de diciembre. La decisión cayó como una provocación, especialmente entre los diputados por pueblo cercanos a Vidal, que no ocultan su indignación: viajes costosos, municipios sin aguinaldos y un presupuesto enviado fuera de término que ahora se pretende tratar, a las apuradas, en plena Nochebuena.
La postal es tan absurda como real. Mientras en la mayoría de las localidades de Santa Cruz no hay fecha cierta de pago del aguinaldo, el Ejecutivo provincial parece habitar una dimensión paralela. En ese mundo ideal —al que solo se accede desde Casa de Gobierno— se puede convocar a una sesión legislativa el 24 de diciembre como si nada pasara afuera.
La bronca es particularmente fuerte entre los diputados por pueblo, que son quienes ponen la cara en sus localidades, caminan los municipios y reciben todos los días el reclamo de empleados, comerciantes y vecinos. “Nos hacen viajar con todos los gastos que eso implica, cuando en nuestros pueblos no sabemos si se paga el aguinaldo”, resume una de ellas, sin demasiadas ganas de disimular el enojo.
El dato que termina de encender la mecha es político y administrativo. El Presupuesto fue enviado fuera de plazo, quedó sin tratamiento y ahora el Gobierno pretende que la Legislatura lo apruebe de manera exprés y en Nochebuena, como si se tratara de un trámite menor. Todo esto ocurre mientras los intendentes están literalmente prendidos fuego, intentando sostener municipios sin recursos, con paritarias abiertas, proveedores impagos y una presión social que crece día a día. Desde el Ejecutivo provincial, sin embargo, parece no haber registro de ese contexto.
No es casual que el mayor malestar venga de los diputados por pueblo. Son ellos los que no tienen margen para explicar lo inexplicable: municipios sin aguinaldo, falta de respuestas concretas del Ejecutivo y ahora una sesión el 24, con todo lo que implica en gastos, logística y exposición política, mientras desde el Gobierno se pide “responsabilidad” y “acompañamiento”.
El contraste es brutal. Un Ejecutivo que no tuvo ningún apuro durante tres meses, pero que ahora descubre la urgencia justo cuando la provincia está al límite y las fiestas llegan con más incertidumbre que alivio. En Santa Cruz, la Navidad llega con mesas flacas, cuentas en rojo y teléfonos que no paran de sonar en los municipios. En la Casa de Gobierno, en cambio, parece ser apenas una fecha más para apretar el botón de “convocar sesión”.