GRASSO APUNTÓ CONTRA VIDAL, NACIÓN Y PROVINCIA, CONFIRMÓ QUE QUIERE SER GOBERNADOR EN 2027 Y DENUNCIÓ UNA SANTA CRUZ FUNDIDA
GRASSO EN CAMBALACHE
El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, aprovechó el aniversario de la capital provincial no sólo para repasar obras y gestión, sino también para marcar diferencias políticas, exponer tensiones con Nación y Provincia y, por primera vez sin rodeos, blanquear su proyección para 2027.
Grasso recordó que una de las obras emblemáticas de la ciudad, El Nido, pudo finalizarse con fondos propios municipales, pese a tratarse de un proyecto que se arrastraba desde la gestión nacional de Mauricio Macri. “El Nido se terminó con recursos de la Municipalidad”, subrayó, en una clara referencia a la ausencia de acompañamiento externo.
En el mismo tono, explicó la situación de la obra de la Terminal de Ómnibus, que hoy depende de un convenio pendiente con Nación. Según detalló, el municipio espera una transferencia para que la AVE pueda vender una fracción de tierra necesaria para avanzar, pero hasta el momento no hubo respuestas oficiales. Una situación similar atraviesa el reclamo por las viviendas del Procrear, que Grasso pidió formalmente como compensación por la deuda que el Estado nacional mantiene con el municipio.
El intendente también fue crítico con la ausencia institucional durante el aniversario. Señaló que las fuerzas provinciales y nacionales deberían acompañar a la comunidad en fechas importantes, más allá de las diferencias políticas. “Cuando se toman estas decisiones, se aleja a las fuerzas de la gente”, afirmó, y advirtió que ese tipo de actitudes no dañan a una figura pública sino que van contra el pensamiento diverso de la sociedad.
En clave de gestión local, Grasso insistió en que la Municipalidad debe ser una herramienta al servicio de la comunidad, con políticas públicas vinculadas al deporte, la música, la salud y la niñez. En ese marco, anunció que se avanzará con la ampliación del Peliche, incorporando más profesionales, y con la profundización de la obra de Niñez. También confirmó que continúan los trabajos en el Mercado de la Balbín y la planta de asfalto, ambos financiados íntegramente con recursos municipales.
El jefe comunal fue especialmente duro al analizar la situación financiera provincial. Advirtió sobre un endeudamiento desfasado de la Provincia de Santa Cruz, que —según dijo— hoy no alcanza ni siquiera para garantizar el pago de salarios y no brinda asistencia a los municipios. En ese punto, lanzó una de las críticas más fuertes: “¿Qué pasó con la plata de YPF? Hablan de transparencia, pero fundieron todo”. Grasso detalló que esto impacta directamente en los municipios, con un 30% menos de regalías y una caída del 10% en la coparticipación.
Mirando el escenario político, sostuvo que al actual gobierno provincial le quedan dos años sin posibilidad de reelección y que “la chocaron toda”. Frente a ese contexto, afirmó que su prioridad es terminar de transformar Río Gallegos en el tiempo que le resta de mandato. “Después haremos el balance y veremos si cumplimos las expectativas”, señaló.
También defendió la decisión de sostener el servicio de transporte público, explicando que el municipio subsidia el boleto para evitar que se dispare a valores cercanos a los 4.500 pesos, luego de que Nación y Provincia retiraran su apoyo. “Estamos bancando a la gente”, remarcó.
Uno de los momentos más claros de la entrevista llegó cuando Grasso confirmó lo que hasta ahora era un secreto a voces: quiere ser gobernador en 2027. Dijo tener “muchas ganas” y contó que ya se reunió con concejales de toda la provincia, con la idea de renovar el peronismo en Santa Cruz, sumar dirigentes con vocación y volver a hablar de la realidad cotidiana.
En ese marco, advirtió que el próximo gobierno provincial podría recibir una Santa Cruz con más de 10 mil despedidos en la zona norte, una actividad minera sin rumbo claro y recursos que fueron retirados de manera sistemática. Aun así, destacó que mantiene diálogo con todos los sectores del peronismo y que el objetivo es proponer algo distinto, sin esquivar los problemas reales.
Al analizar el escenario electoral, sostuvo que en las elecciones nacionales el foco debe estar puesto en la provincia, convencido de que, de haberse priorizado Santa Cruz en la elección anterior, el peronismo habría gobernado. “En Gallegos, la gente vota a la persona”, afirmó.
Grasso también se refirió a su vínculo con el actual jefe de Gabinete provincial y relativizó las chicanas sobre los gobiernos anteriores. “Todos estuvimos en gobiernos anteriores”, dijo, y cuestionó la pobre formación política actual, donde —según señaló— se repiten consignas sin analizar propuestas.
“Yo soy peronista”, afirmó, rechazando los sellos y moldes que intentan encasillar a los dirigentes. En la misma línea, lanzó una definición fuerte sobre la oposición: “El radicalismo murió. El que se anime a reconstruir el verdadero radicalismo desde abajo, se va a quedar con el poder”.
En materia de obras, confirmó que la autovía será inaugurada en los primeros meses del año, y explicó que el proyecto en la calle 22 y Ruta 3 no avanzó porque Vialidad Nacional no autorizó la obra, algo que —aclaró— quedó documentado por escrito. También adelantó que deberá cubrir el cargo que dejó Moira, aunque todavía no definió quién la reemplazará.
Para cerrar, Grasso volvió a una definición que atraviesa toda su gestión: “Se rompió el concepto de servidor público”. Remarcó que los empleados municipales deben trabajar en función de lo que necesita la gente y contó que se instalaron GPS en los camiones de recolección para controlar recorridos y optimizar el servicio.
Una entrevista que dejó definiciones de gestión, críticas al poder provincial y nacional, y una certeza política: Pablo Grasso ya juega en clave 2027.