Escuchá WOU RADIO en vivo!

Top
Image Alt

DE ACHICAR EL ESTADO A SUMAR CAMIONETAS: EL ACUERDO CON YPF QUE GENERA RUIDO

  /  Locales   /  DE ACHICAR EL ESTADO A SUMAR CAMIONETAS: EL ACUERDO CON YPF QUE GENERA RUIDO

DE ACHICAR EL ESTADO A SUMAR CAMIONETAS: EL ACUERDO CON YPF QUE GENERA RUIDO

CAMIONETAS USADAS COMO TROFEO: EL ACUERDO CON YPF QUE EXPONE LAS PRIORIDADES DEL GOBIERNO

En minutos comenzará el traslado de las 50 camionetas que permanecerán en la provincia tras el acuerdo firmado entre el Gobierno de Santa Cruz e YPF. El operativo es presentado por el Ejecutivo como un logro de gestión. Sin embargo, detrás de la foto y el anuncio, el hecho abre un debate incómodo sobre prioridades, contradicciones y el verdadero alcance del acuerdo.

El gobernador Claudio Vidal muestra como un éxito que la petrolera estatal entregue, en parte de pago, camionetas usadas. El dato no sería menor si no chocara de frente con uno de los primeros discursos de su gestión: el compromiso de achicar el parque automotor del Estado, reducir gastos superfluos y ordenar una administración que —según el propio gobierno— estaba fundida.

Hoy, con una provincia atravesada por la falta de recursos para arreglar escuelas, comprar insumos hospitalarios y cumplir en tiempo y forma con obligaciones básicas, el Ejecutivo celebra la incorporación de vehículos usados en lugar de fondos frescos. La pregunta surge sola: ¿qué es más urgente para Santa Cruz, camionetas o dinero?

El contraste es evidente. Mientras docentes denuncian edificios escolares en mal estado y el sistema de salud funciona al límite, el Gobierno opta por aceptar bienes rodantes como compensación, una decisión que recuerda más a una lógica empresarial petrolera que a una política pública orientada a resolver emergencias sociales.

No se discute la utilidad de los vehículos en un territorio extenso como Santa Cruz. Lo que genera ruido es el simbolismo del acuerdo y el mensaje político que se transmite: en una provincia sin plata, el Estado negocia como si la urgencia pasara por sumar móviles y no por fortalecer servicios esenciales.

La escena también deja flotando una pregunta más profunda. ¿Se trata de una decisión pragmática o de lo que algunos ya empiezan a llamar, en voz baja, “el síndrome del petrolero”: priorizar fierros, logística y activos visibles, aun cuando el contexto reclama soluciones estructurales y recursos líquidos?

El traslado de las camionetas comenzará en minutos. La discusión, en cambio, recién empieza. Porque más allá de la foto y el relato oficial, lo que queda en evidencia es una tensión de fondo: entre el discurso del ajuste y la realidad de una gestión que, ante la falta de dinero, parece conformarse con lo que haya… aunque sea usado.