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Luciano
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LO QUE DEJÓ LA ASAMBLEA LEGISLATIVA

El impacto del coronavirus, embates contra la Justicia y tensión con la oposición: los momentos más importantes de la Asamblea Legislativa de hoy. Un resumen de las definiciones y gestos del presidente Alberto Fernández en una ceremonia marcada por la pandemia de coronavirus, las disputas políticas y la crisis económica.

 

El discurso de Alberto Fernández en la Asamblea Legislativa estuvo marcado por vehementes definiciones del Presidente en torno al plan de vacunación, el escándalo del vacunatorio VIP y la marcha de la economía. El discurso, en general y en particular, estuvo en sintonía con las posturas de Cristina Kirchner, en especial en los asuntos judiciales, y en la forma de dirigirse a la oposición. En el juego de representaciones de la ceremonia, el primer mandatario mostró enojo y la vicepresidenta dejó traslucir, entre sonrisas, su satisfacción.

Cada una de las respuestas y críticas a Juntos por el Cambio fue acompañada por efusivos aplausos de los legisladores, ministros y otros dirigentes del oficialismo que estuvieron presentes en el recinto. Del otro lado del espectro ideológico, algunos legisladores de PRO respondieron desde sus bancas, mientras que otros se mantuvieron en severo silencio. A continuación, un resumen visual y escrito de los momentos más importantes de una apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación marcada por la pandemia de coronavirus, las disputas políticas, y la crisis económica.

 

 

Deuda y querella judicial

 

El momento de mayor tensión en la Asamblea fue cuando el Presidente anunció que llevará a la Justicia la toma de deuda con el Fondo Monetario Internacional. Entre aplausos de los propios y mirada fría de opositores, sostuvo: “Sabemos que ese crédito fue otorgado para favorecer la campaña presidencial de Macri. Eso fue una administración fraudulenta. He instruido que se haga una querella criminal para saber quiénes fueron responsables de la mayor administración de caudales que nuestra memoria recuerda. La inquietud parece ser también del Fondo”, dijo Alberto Fernández, en una crítica a las autoridades del FMI que accedieron a desembolsar USD 55 mil millones.

Uno de los tramos más importantes del discurso del Presidente fue el que aludió a la vacunación irregular de funcionarios nacionales y amigos de figuras del poder, el último escándalo que sacudió al Gobierno. El Presidente habló en la línea que siguió la semana pasada. Adjudicó lo ocurrido a “un error”, remarcó que tomó medidas para subsanarlo, y atacó a quienes cuestionaron lo ocurrido. “No llegué a la Presidencia para ser sordo a las críticas bien intencionadas, como tampoco para dejarme aturdir por críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables, de poderes económicos concentrados que en ocasiones buscan sembrar las fracturas, la polarización y la discordia entre el pueblo argentino profundizando las heridas que como sociedad cargamos”, dijo.

El primer aplauso de su discurso fue a pedido del Presidente, cuando aludió al trabajo del personal de salud. Así, retomó la “tradición” que se estableció en los balcones durante los primeros meses de la pandemia. “Para todas estas argentinas y estos argentinos que han desplegado su corazón al servicio de los demás, les pido por favor que brindemos un sentido aplauso, para que se sienta nuestro reconocimiento a lo largo y ancho del país”, dijo. Y hubo una ovación.

Uno de los momentos más tensos y representativos de la Asamblea se produjo cuando el Presidente cuestionó al diputado de Pro Fernando Iglesias. “Tuvo cuatro años para hablar, ¡¿Por qué no me deja hablar a mí por favor?!”, le dijo el mandatario. En ese momento, Cristina Kirchner le tocó la mano con la supuesta intención de calmarlo, en un gesto de cercanía. El Presidente puso a la oposición en el centro de la escena en varios pasajes. Además de pedirle a Iglesias que dejara de interrumpirlo, recordó que muchos dirigentes cuestionaron las políticas sanitarias oficiales, y pusieron en duda la efectividad, e incluso la seguridad de la vacuna rusa. “Nos acusaron de envenenar a la población. Cuando debimos aislarnos para recuperar los hospitales abandonados, firmaban solicitadas acusándonos de haber impuesto una “infectadura”. Circularon incansables por medios y redes blasfemando contra la vacuna del Instituto Gamaleia. “Que se la apliquen a sus votantes”, bramaba alguno de ellos”, lanzó Alberto Fernández. Y sus palabras causaron una ovación entre los legisladores presentes.

En medio de la crisis económica, se esperaba que en el temario del discurso del Presidente se abarcara la actualización de tarifas, y así fue. Los aplausos no fueron tan efusivos como en otros tramos, pero hubo acompañamiento ante la definición del Presidente sobre un tema delicado para cualquier gobierno. Y especialmente, para una administración peronista. “He dicho una y mil veces que las tarifas deben corresponderse con las necesidades y capacidades de nuestra gente. Mi objetivo final es poder lograr tarifas diferenciales según la capacidad patrimonial de quien recibe el servicio. El propósito último es que los subsidios del Estado solo amparen a los que lo requieren”, expresó el jefe de Estado.

 

 

Justicia

 

El pasaje dedicado a la Justicia era uno de los más esperados del discurso del Presidente y fue el tema que llevó más tiempo de la alocución total. El primer mandatario le dedicó más de 10 minutos a una serie de críticas y al anuncio de que impulsará nuevas medidas de reforma. Entre ellas, el juicio por jurados para la sanción de delitos federales graves, y cambios en el funcionamiento del Consejo de la Magistratura. Alberto Fernández se mostró molesto, en sintonía con la vicepresidenta Cristina Kirchner. La semana pasada había deslizado cuestionamientos a las medidas ordenadas tras las denuncias sobre el vacunatorio VIP por fiscales y jueces, que consideró “una payasada”. Aunque no usó palabras tan llamativas, su tono no fue más moderado en el discurso de hoy.

Fuente: Infobae