El aviso hace eco de lo que la farmacéutica Pfizer dijo la semana pasada sobre su propia vacuna, que funciona de manera similar.
Ambos informes se basaron en pruebas de seguimiento a decenas de personas que recibieron las inyecciones durante los estudios que llevaron al uso de las vacunas. Esos estudios se realizaron antes de que surgieran y comenzaran a extenderse nuevas variantes preocupantes del coronavirus.
Un informe publicado por separado en la misma revista médica aumentó la preocupación por las variantes. Los científicos midieron los anticuerpos que pueden bloquear el virus en 50 personas que habían recibido las vacunas Sinopharm o Sinovac, desarrolladas en China. Muchos mostraron una pérdida total o parcial de eficacia contra una variante del virus detectada por primera vez en Sudáfrica.
Las vacunas todavía parecían proteger contra una variante que se encontró por primera vez en Reino Unido y que ahora se está extendiendo rápidamente en Estados Unidos y otros lugares.
Pfizer y Moderna han dicho que están trabajando para actualizar sus vacunas, o posiblemente diseñar una vacuna de refuerzo, en caso de que sean necesarias contra las nuevas variantes.
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