Proponen instalar “Violentómetros” en diferentes puntos de la ciudad

¿Para qué sirve y cómo se aplica esta herramienta creada en México que se usa en varios países? Un concejal de Río Gallegos propone la instalación de cartelería para tomar conciencia sobre los niveles de violencia.

Se trata de un proyecto de ordenanza que tomó estado parlamentario en la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Río Gallegos. La iniciativa fue presentada por el concejal del Frente de Todos Prof. Wilson Flores a través del Expediente Nº 15305-F-21 y según sus fundamentos “tiene como principal finalidad llevar información a los vecinos y vecinas para crear conciencia en la comunidad sobre la problemática de género, los diferentes niveles de maltrato y lo importante que es pedir ayuda y saber identificar micromachismos y comportamientos que pueden terminar eventualmente en una fatalidad”. Además se exhibiría en la cartelería “los números de asistencia telefónica y de lugares donde pueden efectuar sus denuncias y recibir asesoramiento legal”.

El proyecto de Ordenanza –que será analizado por los concejales capitalinos en comisiones en las próximas semanas- estipula la instalación de “carteles informativos denominados VIOLENTÒMETRO en todos los edificios públicos, cajeros automáticos, plazas, parques y plazoletas con la inscripción de las 30 señales principales de violencia de género para prevenir los casos de femicidio en la ciudad de Río Gallegos”.

Estos carteles deberán tener una altura de 1,5 metros y 65 centímetros de ancho y estar realizado en un material durable que no se altere por los factores climáticos.

¿Qué es el “VIOLENTÓMETRO”?

El Violentómetro es un material gráfico y didáctico en forma de regla o termómetro creado hace 10 años por la Dra. Martha Alicia Tronco Rosas, directora de la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género del Instituto Politècnico Nacional (México) que trascendió fronteras ya que lo utilizan varios países y fue traducido en varios idiomas.

 La violencia se mide

Este sistema permite identificar si se está viviendo una relación donde se comenten abusos emocionales o físicos por parte de la pareja, además de alertar sobre las medidas que se deben seguir.

Se encuentra dividido en TRES FASES diferenciadas por un color.

Amarillo: Es preventivo. Incluye la violencia psicológica y emocional. Señala cuando la violencia seguramente crecerá. Las acciones son tan comunes como bromear, mentir, celar, aplicar la ‘”ley del hielo”, descalificar o ridiculizar.

Rosa o naranja: Indica que es momento de reaccionar y no dejarse destruir. La alerta es cuando se reciben golpes “por juego”, pellizcos, empujones, jaloneos o cuando es tocada sin su consentimiento; es momento de actuar ante cualquier otro tipo de agresión física..

Morado o rojo: Se encuentra la fase más peligrosa para la integridad física de la persona. Es una alerta para pedir ayuda profesional, pues es cuando ya se experimentan amenazas de muerte, abuso sexual, violaciones o mutilaciones.

Un fenómeno que crece

La violencia contra las mujeres es un fenómeno que creció durante la pandemia en todo el país, y la ciudad de Rio Gallegos siguió esa tendencia.

En el período diciembre 2.020 / enero – febrero 2021 ante la Oficina de Violencia

Doméstica, dependiente del Excmo. Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Santa Cruz con sede en la Río Gallegos, asistieron 266 personas, las que se hicieron presentes voluntariamente, en forma directa y/o derivada, a los fines de tomar conocimiento de las funciones que tiene esa oficina y  a realizar denuncias por Violencia Familiar.

De las 266 personas que fueron atendidas, 171 terminaron en denuncias, 76 consultas informativas, 1 consulta extra-jurisdiccional y se tomó intervención en 18 casos cuando el personal de la Oficina se encontraba en aislamiento preventivo por dos casos positivos de COVID-19 en la misma.

Respecto de las 171 personas que han concurrido a realizar denuncias, surge que: 154 son afectadas directas y 17 realizaron denuncias en calidad de terceros/as (toda vez que han concurrido a denunciar hechos de violencia sufridos por otra persona).