Hoy asumen los nuevos ministros y Fernández busca relanzar su gobierno.
Juan Manzur y Aníbal Fernández tendrán “protagonismo mediático”; el martes se anunciarían las medidas de reactivación del consumo.
Con un mix de llamadas telefónicas, chats de WhatsApp y encuentros reservados, el presidente Alberto Fernández y un grupo reducido de colaboradores ultimaron desde La Rioja el nuevo gabinete nacional, con siete nuevos funcionarios que este lunes a las 16 tienen previsto asumir sus funciones, en Casa Rosada.
En principio, en lugar de Santiago Cafiero, para la jefatura de Gabinete quedará el actual gobernador tucumano, Juan Manzur, mientras que Cafiero estará a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, reemplazando así a Felipe Solá.
Luego, el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Aníbal Fernández, reemplazará a Sabina Frederic en el Ministerio de Seguridad de la Nación. Además, el ex ministro de Agricultura también del mandato de la vicepresidenta, Julián Domínguez, fue nombrado al frente de Ganadería, Agricultura y Pesca, en lugar de Luis Basterra.
Por otro lado, Jaime Perzyck, que fue viceministro de Educación en la presidencia de Cristina Kirchner, será quien reemplace a Nicolás Trotta en Educación. En cuanto al Ministerio de Ciencia y Tecnología, en lugar de Roberto Salvarezza estará a cargo Daniel Filmus, el ex ministro de Educación y actual Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería.
En relación a Comunicación y Prensa, Juan Ross, Director Nacional de Publicidad Oficial, que depende de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, será el secretario en reemplazo de Juan Pablo Biondi, quien fue duramente cuestionado por la vicepresidenta en la carta en la que criticó a Alberto Fernández y a su entorno.
Luego del cataclismo político que comenzó el miércoles con el virtual ultimatum epistolar de Cristina Kirchner y que tuvo su pico en la noche del viernes con la designación de los nuevos ministros, el Presidente decidió extender al domingo su paso por esa provincia y aprovechar la tranquilidad de la capital riojana para definir lineamientos sin presiones, pero con las urgencias del caso. “Hay que ponerse el casco, salir de la locura y empezar a escuchar a la gente”, definió un funcionario con despacho en Balcarce 50. Al caer la noche, sin embargo, Fernández cortó el descanso y anticipó su regreso a Buenos Aires.
Ya sin su vocero, Juan Pablo Biondi, que renunció también el viernes para “descomprimir” el deteriorado vínculo entre su jefe y la vicepresidenta, el Presidente define medidas de reactivación del consumo (que se anunciarían esta semana) mientras piensa en un “tridente comunicacional” con dos flamantes incorporaciones: el nuevo jefe de gabinete y aún gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y el designado ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. “Van a hablar ellos tres”, asegura a LA NACION un allegado a Fernández, con quien conversó largo y tendido en las últimas horas. “Alberto y Aníbal se van a complementar bien, estuvieron juntos muchos años, son el pedagogo y el guerrero”, graficó un viejo conocido de ambos para negar que antiguos roces continúen vigentes.
El abogado Juan Ross, designado en lugar de Biondi y que también asumirá este lunes, tendría un rol “técnico”, mientras el “día a día” de la gestión quedará a cargo de Marcelo Martín, actual número dos del ya renunciado secretario de Comunicación y amigo del Presidente.
Además de ellos, asumirán este lunes sus cargos viejos conocidos como Julián Domínguez (Agro) y Daniel Filmus (Ciencia), ambos exministros de Cristina Kirchner, además de Jaime Perczyk (Educación) y Santiago Cafiero, que luego de ser desalojado de la jefatura de gabinete ocupará la Cancillería.
Mientras los nuevos funcionarios aún definen contrarreloj los nombres de quienes serán sus colaboradores, Manzur intentó durante la jornada destrabar el conflicto abierto con quien debería ser su sucesor en la provincia, el vicegobernador Osvaldo Jaldo, con quien sostiene una feroz disputa política desde hace meses, y a quien no quería dejar en su lugar. “Jaldo no escuchó a nadie, pero Juan ya asumió un compromiso y va a asumir en el gabinete”, resumían cerca del todavía gobernador, aunque se mostraban confiados en que las gestiones del propio Presidente -y algún ofrecimiento concreto-lograrán que Jaldo cambie de opinión para evitar un nuevo desmadre, esta vez con consecuencias nacionales.
Para despejar temores de quienes, como la ministra de la Mujer, Elizabeth Gómez Alcorta, expresaron reparos hacia sus posturas antiaborto, cerca de Manzur aseguran que sus objetivos serán “ir más en profundo en la relación entre las provincias y los ministros nacionales, coordinar mejor” y también “ser un componedor de situaciones tirantes porque esa es su impronta”, contestaron fuentes cercanas al mandatario provincial y exministro de Salud.
Si bien todo puede cambiar con la dinámica de los nuevos ingresos, desde el Gobierno descuentan que funcionarios clave que acompañaban a Cafiero, como la vicejefa Cecilia Todesca, continuarán en sus cargos. “La vamos a necesitar allí dónde está”, grafica una fuente al tanto de las febriles negociaciones para definir con certeza el organigrama oficial. En el caso de Cafiero, varios de quienes lo acompañaron hasta ahora llegarían al Palacio San Martín, donde todavía se habla del enojo de Felipe Solá, quien se enteró que su gestión en la Cancillería terminaba al llegar a México para la cumbre de la Celac.
Desde el Gobierno también relativizan otros vínculos potencialmente conflictivos, como la vieja disputa interna entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez tras las PASO de 2015. “Hicieron las paces hace unos meses”, se atajaron voceros oficiales.
Para este martes quedarían los anuncios que Fernández tenía en mente ya desde el lunes pasado, cuando la clara derrota electoral en las PASO obligó a repensar estrategias. La suba del mínimo no imponible de Ganancias, del salario mínimo y de las jubilaciones, más otras medidas adicionales para “ponerle plata en el bolsillo a la gente”, estaban pensadas para el jueves pasado y llegarían en las próximas horas, como complemento de las nuevas caras en el elenco ministerial y modo de “dar vuelta la página” a la pelea abierta para apuntar a las elecciones generales del 14 de noviembre.
Fuente: La Nación