“Estoy con COVID y me duelen los pulmones vine ayer (lunes) nunca me atendieron; dos horas y media espere y me fui”señala Julio Millaldeo.
Julio manifiesta que hace el trayecto hasta el hospital caminando, y que por segunda vez tuvo que salir de su casa para recibir atención porque el lunes no había médicos disponibles: “volvi más temprano el martes para que me pudieran atender. El dolor es fuerte en los pulmones y necesito que me vean”, explica.
Millaldeo comenta que desde la recepcionista hasta los profesionales médicos hay maltrato: “Uno va porque se siente mal está con COVID positivo si no me dolieran los pulmones y me faltará el aire me quedaría en mí casa pero necesito asistencia médica y te tratan mal”, lamenta.
Es común escuchar los reclamos por la deficiente atención personal y profesional en el hospital- recientemente una recepcionista pidió el cambio de sector “porque los médicos no querían atender a los pacientes “, – pero en épocas de pandemia, genera (por lo menos) incertidumbre saber si el hospital está preparado para atender a una sociedad que necesita cuidados y que los exige.
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