La compañía internacional de cosméticos se vio seriamente afectada por la pandemia, y por una fuerte inflación, y debió acudir a la legislación concursal de Estados Unidos para pedir 575 millones en financiamiento y hacer frente a sus deudas.
Revlon, la compañía estadounidense de cosmética y belleza de 90 años de antiguedad, solicitó este jueves la protección por bancarrota conocida como Capítulo 11 en Estados Unidos, en un juzgado de Nueva York, a partir de una multimillonaria deuda, las interrupciones en su red de cadena de suministro, y los costos crecientes.
La multinacional, propiedad de Ron Perelman, se encuentra agobiada por una deuda de 3.700 millones de dólares, informó AP News.
A través del procedimiento de bancarrota, se le permite a la multinacional continuar funcionando mientras reestructura su pasivo. Por el momento, declaró poseer activos por 2.300 millones de dólares, insuficientes para pagar sus deudas.
Los números de la compañía de cosmética comenzaron a verse en rojo desde que sus ventas se vieron afectadas por la pandemia del coronavirus. Otros factores que la llevaron a una abrupta caída fueron sus problemas en la cadena de suministro, la fuerte inflación, y la feroz competencia en el mercado por parte de marcas nuevas más activas en las redes sociales y con referentes de estilo.
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