En los últimos meses, las noticias se replican: robos de viviendas, comercios, empresas son moneda corriente en los últimos meses en Santa Cruz en un fenómeno que no parece estacional sino que está fuertemente vinculado al contexto social, económico e institucional y tiene como responsable a la falta de políticas de seguridad ciudadana.
Cierto es que no se puede pedir un policía al lado de cada habitante, pero con ello no se puede justificar la falta de prevención de los delitos y mucho menos la falta de esclarecimiento de robos, como ocurre en la mayoría de los casos ocurridos en distintas localidades de la provincia.
Uno de los hechos que más trascendencia tomó fue el del asalto a la minera Patagonia Gold, donde los delincuentes se llevaron una camioneta cargada de lingotes de oro luego de herir a tres empleados.
A este violento robo se le suman los asaltos a mano armada en comercios de Caleta Olivia, los hurtos a casas en Río Gallegos, y el asalto a mano armada a una farmacia hace pocos días, también en la capital provincial.
Robo de gomas de auto, robo de autos, robos de mercadería, robo de oro. Los casos se suman de a decenas y no parecen tener responsables.
Despidieron a tres empleados de Intercargo que habían sido detenidos por robar equipajes en Ezeiza