La decisión de Roxana Reyes, diputada nacional por la Unión Cívica Radical (UCR), de apoyar la privatización de Aerolíneas Argentinas encendió una polémica que va más allá del Congreso.
Su voto a favor, ya anticipado, refleja una postura de su bloque que podría reconfigurar el mapa del transporte aéreo en Argentina. “Nuestro bloque va a votar en ese sentido”, declaró Reyes, mostrando un respaldo decidido a una medida que promete controversia y consecuencias de largo alcance, sobre todo, para los santacruceños a los cuales representa.
El apoyo al proyecto para privatizar Aerolíneas por parte de Reyes –junto al bloque radical– se da en un contexto donde la agenda legislativa busca reactivar un proyecto largamente postergado y cargado de implicaciones para la conectividad del país.
La privatización, planteada por el Gobierno de Javier Milei, amenaza con dejar desprotegidas las rutas federales que conectan a las provincias sin pasar por Buenos Aires. Estos trayectos, esenciales para el desarrollo y la cohesión territorial, podrían desaparecer bajo un esquema de mercado donde la rentabilidad prima sobre la función pública.
Sin embargo, esta preocupación parece no ocupar un lugar prioritario en la estrategia de Reyes ni en la de otros radicales, que demuestran sintonía con la visión de Libertad Avanza.
Un proceso acelerado por las presiones de Macri
El impulso del oficialismo, acompañado por figuras como el expresidente Mauricio Macri, aumentó la presión para que el Congreso avance con la aprobación de la ley. Macri, conocido por su defensa de las privatizaciones, manifestó públicamente su descontento por la lentitud del proceso, lo que llevó a sus aliados a exigir más celeridad.
Por su parte, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, subrayó que, si el proyecto no prospera en el recinto, se considerará una alternativa drástica: transferir la compañía a los empleados. “El mercado aerocomercial se está desregulando”, señaló Sturzenegger, destacando que otras empresas privadas, como American Jet, ya están ampliando sus operaciones para cubrir rutas regionales.
Críticas y riesgos para la conectividad
Las reacciones no se hicieron esperar. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró, denunció que la privatización podría significar el fin de la conectividad federal, un pilar para el desarrollo de las economías regionales y el acceso equitativo al transporte.
Además, la reciente expulsión de Biró del directorio de Aerolíneas, atribuida a sus críticas al proceso, resalta las tensiones entre el Gobierno y los sindicatos. Biró advirtió que la privatización responde más a un impulso ideológico que a un análisis de viabilidad y servicio público.
En tanto, la postura de Reyes y el bloque radical avivan el debate sobre la protección de los servicios públicos y los derechos laborales. La historia de Aerolíneas, marcada por privatizaciones previas y crisis, sirve como un recordatorio de los riesgos inherentes a este tipo de políticas. Sin embargo, la diputada parece firme en su convicción, alineándose con un camino que podría redefinir el sector aerocomercial argentino, pero también dejar en el aire a miles de ciudadanos que dependen de rutas no lucrativas.