Ficha Limpia: el doble discurso del gobierno de Claudio Vidal

Mientras el oficialismo santacruceño impulsa con entusiasmo la ley de Ficha Limpia en la Legislatura Provincial, el gobernador Claudio Vidal mantiene en su equipo a funcionarios con causas judiciales abiertas. La contradicción es evidente: la norma busca impedir que personas condenadas accedan a cargos públicos, pero en la práctica, el gobierno protege a dirigentes con un historial judicial comprometido.

Uno de los casos más resonantes es el de Fernando Españón, actual diputado provincial y presidente del bloque de SER. Exintendente de 28 de Noviembre, Españón acumula denuncias por malversación de fondos, abuso de poder y hasta abuso sexual. A pesar de este prontuario, no solo fue respaldado por Vidal, sino que fue designado representante de los legisladores en el Consejo de la Magistratura, organismo encargado de seleccionar jueces, incluidos aquellos que podrían juzgarlo en sus propias causas.

Ficha Limpia para unos, impunidad para otros

El proyecto de Ficha Limpia, promovido por el oficialismo, propone prohibir el acceso a cargos electivos y administrativos a quienes tengan condenas en segunda instancia. En teoría, el objetivo es garantizar transparencia y evitar que personas con antecedentes judiciales manejen recursos públicos. Pero esa vara no parece aplicarse dentro del propio gobierno.

La trayectoria de Españón como intendente estuvo marcada por escándalos judiciales. En 2021, empleados municipales lo denunciaron por prácticas persecutorias y presuntas amenazas a opositores. También fue investigado por la Justicia por manejo discrecional de fondos públicos y contratación irregular de personal. Sin embargo, nada de esto impidió que Vidal lo incorporara a su equipo.

Incluso con siete causas en proceso, Españón no solo sigue en funciones, sino que fue elegido para un puesto clave en el Consejo de la Magistratura, lo que plantea un conflicto de intereses evidente. Su rol en este organismo le otorga influencia en la designación de jueces que eventualmente podrían intervenir en sus propias causas.

¿Compromiso real o estrategia política?

Dentro del propio oficialismo hay sectores que ven la movida de Ficha Limpia más como una jugada política que como un verdadero compromiso con la transparencia. Si la ley se aplicara con rigor, figuras como Españón quedarían automáticamente fuera del circuito político. Sin embargo, el respaldo del gobierno a su figura sugiere que la prioridad no es limpiar la política, sino administrar selectivamente quién puede seguir en carrera.

El caso de Españón expone una contradicción difícil de justificar. Mientras el gobierno de Vidal se muestra firme en la defensa de la ley de Ficha Limpia de cara a la opinión pública, en la práctica mantiene en su estructura a dirigentes con causas graves.

La reciente solicitud de desafuero de Fernando Españón como diputado provincial será una prueba de fuego para el oficialismo. Si realmente hay voluntad de garantizar transparencia y justicia, el desafuero debería avanzar sin dilaciones. De lo contrario, Ficha Limpia quedará reducida a un simple eslogan de campaña, sin impacto real en la lucha contra la corrupción.