
Claudio Vidal discriminó a Río Gallegos: no invitó al intendente Pablo Grasso al acto oficial y anunció obras para la capital sin acordarlas con el Municipio.
Anuncios “HISTORICOS” con Rio Gallegos sin invitación
En un 1° de Mayo cargado de simbolismo, el gobernador Claudio Vidal encabezó un acto para anunciar un ambicioso plan de obras públicas en Santa Cruz. El evento, realizado en Río Gallegos, capital de la provincia, dejó una imagen que muchos interpretaron como una señal política: ni el intendente local ni el vicegobernador estuvieron presentes.
La ceremonia, llevada a cabo en el CePARD, fue presentada como la firma de un “acuerdo histórico” con YPF que permitirá ejecutar obras por más de “94 mil millones de pesos” en distintas localidades. El gobernador estuvo acompañado por el gabinete completo y jefes comunales de todo el territorio provincial, “excepto el intendente de la ciudad anfitriona”.
Habrá que preguntarle a Grasso que piensa como intendente de la capital de Santa Cruz que no fue invitado al acto de anuncios de obras para la provincia”.
La ausencia fue doblemente llamativa: “tampoco estuvo el vicegobernador Fabián Leguizamón”, cuya figura institucional fue ignorada en una jornada clave. La foto final mostró un bloque cerrado, sin voces disidentes ni representación institucional completa.
Aunque el Gobierno asegura que las obras fueron planificadas “en diálogo con las comunidades”, poco se detalló sobre los criterios de distribución de los fondos, los plazos de ejecución, el alcance real en cada localidad ni los organismos de control que garanticen transparencia. La cifra millonaria se anunció sin explicar con precisión su financiamiento ni su impacto real.
Con Río Gallegos fuera de la agenda y sin representación en el escenario, el mensaje fue claro: “hay municipios que cuentan, y otros que se omiten”, aun siendo capitales. El acto, que pudo haber sido un gesto de unidad, terminó dejando más dudas que certezas.
En tiempos de crisis y ajuste, la obra pública debe priorizar el consenso, la equidad y la transparencia. Pero en Santa Cruz, la postal del 1° de Mayo mostró más exclusión que inclusión.