
“Festejo inolvidable”: bronca de padres por la mala organización del acto del Día de los Jardines
RÍO GALLEGOS – Lo que fue promocionado por el Gobierno de Santa Cruz como un evento “inolvidable” en el Boxing Club, terminó siendo, para muchas familias, una jornada frustrante y caótica. Padres y madres de jardines públicos y privados se volcaron a las redes sociales para expresar su indignación por la pésima organización del acto oficial del Día de los Jardines de Infantes y la Maestra Jardinera, en un clima de malestar creciente por la situación educativa provincial.
En la publicación oficial del Consejo Provincial de Educación, que destacaba una “gran participación” y celebraba el rol docente, comenzaron a acumularse comentarios negativos que rápidamente desbordaron el entusiasmo institucional. Las críticas apuntaron a la falta de planificación, la desorganización del cronograma y el destrato hacia los más chicos.
“Ni un nene alegre había, se re aburrieron”, comentó Andrea. Carla fue más directa: “Horrible todo. Casi dos horas sentados los nenes”. El testimonio se repite en varios posteos: niñas y niños obligados a permanecer inmóviles, en gradas incómodas, sin actividades lúdicas ni entretenimiento real.
Otro de los puntos más cuestionados fue la evidente diferencia en el trato entre los jardines públicos y los privados. “Los privados todos abajo bien cómodos, y los públicos amontonados como hormigas”, reclamó Isabella. Florencia coincidió: “Fue horrible… los privados abajo y los públicos arriba cuando había lugar abajo. Fue malísima la organización, todo”.
Además, se cuestionó el uso de recursos públicos para un evento que, a ojos de muchos, no estuvo a la altura de lo que se esperaba. “¿Cuánta plata habrán pedido en modo de ‘festejo’? ¡Tremenda crotera!”, ironizó otra madre. “Ponele un inflable al menos… repartí pochoclos”, agregaron con indignación. Incluso, se denunció la venta de globos y algodón de azúcar dentro del predio, sin acceso gratuito para los chicos: “Una falta de respeto total”, dijo Macarena.
Como si esto fuera poco, varios padres también recordaron que mientras se destinaban recursos al acto, varias escuelas de Río Gallegos suspendieron las clases por falta de agua, sumando más tensión al ya deteriorado estado del sistema educativo provincial.
El caso más emblemático es el de la Escuela Provincial N°1, que se encuentra en tan malas condiciones edilicias que sus alumnos actualmente cursan en aulas del Colegio María Auxiliadora, una situación que se ha naturalizado pese a ser inaceptable.
El Gobierno provincial, al notar la ola de críticas, optó por limitar los comentarios en sus publicaciones, lo que generó aún más malestar entre las familias. “Cómo le gusta la mentira a esta gente”, remató Cristian, en alusión a la desconexión entre el relato oficial y la experiencia real vivida por las familias.
En vez de ser una celebración de la educación inicial, el acto se convirtió en un nuevo símbolo del desgaste entre el Estado y la comunidad educativa. Lo inolvidable, al final, fue la decepción.