Acusado de arrojar bolsos con u$s9 millones en un convento, relató que tras su excarcelación trabajó como profesor en universidades y escuelas secundaria
José López, ex secretario de Obras Públicas, se presentó este jueves ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) en una audiencia clave en la que se analiza la posible unificación de sus condenas por enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta en perjuicio del Estado, según consta en el expediente judicial.
La imagen de López continúa asociada a uno de los episodios más emblemáticos de la corrupción en Argentina: la madrugada en que intentó esconder bolsos con 9 millones de dólares, joyas y armas en un convento de General Rodríguez. Ese hecho derivó en una condena a siete años y medio de prisión por portación de armas y enriquecimiento ilícito.
En la audiencia, López declaró de virtualmente desde el Penal de Ezeiza, donde se encuentra detenido desde el 16 de junio, tras la confirmación de la condena por el caso Vialidad por parte de la Corte Suprema de Justicia.
El exfuncionario se refirió a su experiencia durante el período en que estuvo en libertad provisional: “Me alcanzaba para mantenerme, llevaba una vida de forma austera, pero digna“, afirmó. Relató que trabajó como docente en escuelas secundarias y universidades, donde dictó clases de física, también en formato virtual.
También aseguró que estos trabajos le permitieron “mantenerme en el último tiempo de forma austera pero digna”, y que había comenzado un proceso de reconstrucción familiar antes de la sentencia definitiva en la causa Vialidad: “Ya había comenzado un proceso de reconstrucción de los lazos familiares y afectivos”, explicó, y agregó que fue nombrado tutor legal de su nieto ante el director de la escuela.
Luego de seis años de prisión, conforme sus palabras, logró insertarse laboralmente en el ámbito privado: “Después de que obtuve la excarcelación, conseguí trabajo haciendo determinaciones de precios y seguimiento de contratos”. No obstante, detalló que perdió ese empleo “producto de la situación mediática”, en referencia a la fuerte exposición pública del caso del convento, que fue cubierto tanto por medios locales como internacionales.
El objetivo de la audiencia fue escuchar los argumentos de las partes sobre la posible unificación de penas. La defensa de López, a cargo del defensor oficial Santiago Finn, solicitó aplicar el criterio composicional para unificar las sentencias, lo que decantaría en una pena única de ocho años.
El letrado aseveró que “de haberse juzgado todo en un único juicio la condena sería menor a la suma aritmética”, y sostuvo que los delitos por los que fue condenado están interrelacionados.
Del otro lado, el fiscal general Diego Luciani se opuso a la unificación y pidió que las penas se acumulen, lo que llevaría a una condena total de trece años y medio de prisión. En su alegato, Luciani afirmó que “se juzgó un hecho de gran corrupción con las más altas jerarquías del gobierno”, y destacó el perjuicio al Estado, calculado en 537 millones de dólares por el tribunal y en cerca de 1.000 millones por la fiscalía.
En la audiencia, la fiscalía insistió en que López desempeñó un rol central en el esquema de corrupción de la causa Vialidad, señalándolo como el encargado de distribuir fondos públicos y asignar contratos al Grupo Austral, empresa encabezada por Lázaro Báez.
La pesquisa detectó irregularidades en 51 licitaciones viales durante los gobiernos kirchneristas, incluyendo sobreprecios, ausencia de competencia y adjudicaciones sistemáticas en favor de Báez. Según lo estableció el tribunal, López tuvo un rol fundamental en la organización del fraude, al facilitar la distribución de fondos y asegurar la realización de los pagos.
FUENTE: IPROFESIONAL
El ex funcionario condenado por trasladar y ocultar bolsos con nueve millones de dólares en un convento habló sobre la