Cuatro días llevan los vecinos de Río Gallegos sin agua potable tras los “trabajos de mejora” que SPSE anunció para el 10 de octubre en el acueducto Palermo Aike. A las 17 horas de aquel viernes, la empresa comunicó que los trabajos habían finalizado y que el suministro se normalizaría de manera progresiva. Hoy, lunes 13, la situación sigue siendo crítica: en muchos barrios el agua nunca volvió y donde sí llegó, se cortó nuevamente horas después.
Los reclamos estallan en redes sociales y reflejan la frustración de la población: “Que circule el agua, muchachos. No estuvieron MEJORANDO el acueducto?”, “Cada vez peor ustedes”, “Tercer día sin agua. Llamás y no dan ninguna respuesta”. Otros denuncian la falta de atención a los usuarios: “Si sale agua en la vereda y no adentro no es problema de ustedes, entonces no cobren el servicio”.
La situación recuerda a Caleta Olivia, históricamente afectada por cortes de agua, pero Río Gallegos empieza a ganarse ese mismo mote. La indignación se suma a la de los vecinos que pagan la tarifa de agua y luz más alta del país mientras sufren cortes constantes y aumentos de precios, sin respuestas de SPSE.
La empresa mantiene un silencio absoluto: no hay comunicados adicionales, ni respuestas en medios ni redes, y tampoco atención telefónica efectiva. Mientras tanto, los vecinos siguen buscando alternativas para cubrir sus necesidades básicas.
Después de tres días de silencio absoluto, Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE) reapareció en redes para intentar explicar por
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