SIN CHINOS, SIN OBRAS Y SIN PLAN B

El terremoto político que provocó la salida de Guillermo Francos no solo movió la estantería en Buenos Aires: también hizo temblar a Santa Cruz.
Mientras Milei se abraza con el nuevo embajador norteamericano y se alinea sin matices con Estados Unidos, los proyectos con China entraron en terapia intensiva.
Y con ellos, el último hilo de esperanza que tenía Claudio Vidal para mostrar algo de “reactivación” en la provincia.

 La caída de las represas, otro golpe al sur

Francos era el interlocutor con el gigante asiático. Tenía hilo directo con los enviados de Beijing y fue quien consiguió que las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner volvieran a asomar en el horizonte después de años de parálisis.
Hasta hace dos semanas, la UTE formada por Gezhouba, Eling e Hidrocuyo preparaba la compra de cemento por 21 millones de dólares para reactivar las obras en marzo.
Pero el volantazo de Milei hacia Washington congeló todo.
Sin Francos y sin los chinos, el sur se queda otra vez sin obra pública y sin empleo.

Vidal, cada vez con menos excusas

Con los pozos petroleros cerrados y seis mil puestos de trabajo perdidos, el gobierno de Vidal esperaba que las represas le dieran aire político y económico. Era su carta para demostrar que podía “generar empleo genuino”, como repite en cada discurso.
Pero ahora, con el proyecto chino desactivado, ese discurso se evapora.
El gobierno nacional no muestra interés en rescatar inversiones que no vengan bendecidas por la Casa Blanca, y eso deja a Santa Cruz en el mismo punto: sin obra, sin producción y con un Estado provincial que solo puede pagar sueldos… cuando llegan las regalías o pide prestado.

Radar afuera, empleo también

El otro proyecto que se cayó fue el radar espacial chino en San Juan. Puede parecer un tema lejano, pero no lo es. Era parte de una cadena de acuerdos tecnológicos y logísticos donde también se incluían inversiones en el sur.
El mensaje es claro: no habrá ni satélites ni represas si la plata viene con caracteres chinos.
Y eso, traducido al criollo, significa menos trabajo y más incertidumbre para miles de santacruceños.

En voz baja

En los pasillos del gobierno provincial ya no disimulan la preocupación. “Nos dejaron sin Francos, sin China y sin chances de mover la economía”, confesó un funcionario off the record.
El timing político de Vidal vuelve a quedar en cuestión: se abrazó a un esquema nacional que prometía aire, pero hoy solo entrega viento helado.

Epílogo

Mientras Milei sonríe con el embajador norteamericano, en Santa Cruz las represas vuelven al archivo.
El empleo no se recupera, la producción se achica y la ilusión de un nuevo ciclo de inversión se desmorona como el cemento que nunca llegó.

En resumen:
sin chinos, sin petróleo y sin plan B, Vidal se queda sin excusas.

Y los santacruceños, sin trabajo.