Alejandro Finocchiaro, ex Ministro de Educación durante el gobierno de Mauricio Macri habló con WOU de la pandemia y vuelta a clases, en este año particular. 

 

 

 

El antiguo funcionario vaticinó que este año marcará “el fin de la escolaridad para muchos niños, y con eso, el comienzo de una vida de pérdidas y frustraciones para sus familias. “Con los afortunados que permanezcan en el sistema habrá que esforzarse mucho para recuperar el deterioro educativo. Además, habrá que atender factores emocionales y sociales dañados. Un año sin escuelas es otro triste récord argentino”.

Nicolas Trotta, actual Ministro de Educación de la Nación, habló sobre las posibilidades de que el año próximo se retomen las clases presenciales, pero, en el mes de marzo. Aseguró que el objetivo del gobierno nacional es que haya clases presenciales en casi todo el país, “si la situación epidemiológica lo permite”.

En este sentido, Finocchiaro respondió en forma tajante: “Argentina va a ostentar el tristísimo récord de ser el único país en el mundo que no ha tenido clases durante un año. En este momento en Europa, en medio de la segunda oleada de Coronavirus, hay clases”.

“El gran problema que tiene nuestro país es que en vez de tomar las decisiones el Ministerio de Educación, lo toma un gremio al que se le ha dado el manejo de la Educación”.

Cuando se le consulta sobre cómo debería haber actuado el Ministerio respecto a la situación educativa, el ex funcionario señala que desde el mes de marzo tendrían que haberse desplegado estructuras técnicas federales para extremar la búsqueda de alternativas. “Se tomaron decisiones nacionales, atendiendo solo la situación epidemiológica de AMBA y replicándola en las provincias que no vivían la misma situación sanitaria. Inexplicable”.

“Eligieron repartir cuadernillos de dudosa efectividad. No solo no dieron respuesta para afrontar la desigualdad que expuso la pandemia sino que pusieron palos en la rueda a los que intentaban presentar herramientas para volver a la presencialidad, como el caso de CABA”. “Todo un despropósito”.