Por, Víctor Oporto, Contador y empresario PyME.
Más allá de los enormes y trágicos costos en vidas, padecimientos físicos y psicológicos que la pandemia de covid significó para los argentinos, y donde obviamente no fuimos excepción de lo que pasaba en el mundo, en estas líneas vamos a referirnos a que pasó con las PYMES y sobre todo a lo que puede pasar en 2021 y mas allá, y como transitarlo sin morir en el intento
Aclaración básica indispensable: cuando hablamos de pymes hablamos del corazón de la Argentina profunda, de su pasado, su presente y su futuro
Las pequeñas y medianas compañías concentran el 66% de la fuerza de trabajo. En la Argentina hay 856.300 empresas, 83% de las cuales son microempresas; 16,8%, pymes, y solo 0,2% grandes compañías.
Ignorarlas, subestimarlas o no defenderlas solo puede desembocar en nuevas frustraciones para la sociedad en su conjunto.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), unas 40.000 empresas de distintos sectores (industria, comercio, servicios y turismo, etc.) cerraron este año. Y entre 20.000 y 40.000 pymes más se encuentran en una situación de riesgo, muy crítica, lo cual afecta a entre 600.000 y un millón de personas, según Pedro Cascales, secretario de prensa de la mencionada entidad y licenciado en Administración de Empresas
A diferencia de una empresa multinacional, la PYME no puede irse del país; no tiene fuerza para hacer lobby frente a las autoridades; debe respetar la prohibición de despidos y la doble indemnización, no puede liquidar su stock para financiarse, si importa lo hace con un tipo de cambio imprevisible, si exporta queda sujeto a retenciones y cobrar con un tipo de cambio insuficiente. Y su acceso al crédito privado es lento, engorroso, caro e incierto. Cuando hablamos de PYMES, los bancos en general le prestan al que no necesita crédito.
Y sin embargo, como la canción, “todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos”
Pero, a no engañarse, la solución empieza por nosotros, y sentarse a esperar que solo medidas del estado, lo arreglen, es cuando menos, ingenuo.
El año 2020 fue un año para sobrevivir…..Quien lo logró, enhorabuena. El año 2021 será el año para replantear el negocio, reinventarnos y seguir resistiendo. Si logramos los objetivos de 2020 y 2021; el año 2022 puede ser el momento de volver a crecer. Quien lo logre antes, puede considerarse casi un héroe.
Algunas condiciones serán indispensables para transitar este camino:
. Resiliencia: nada nuevo para las PYMES argentinas, pero más necesario que nunca. Resiliencia no es resignación ni paciente espera. Es capacidad de adaptación. Si la PYME es un organismo vivo, podemos parafrasear a Charles Darwin: “no son los más fuertes los que sobreviven ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios”
. Creatividad: la pandemia, pero también la tecnología, impuso cambios significativos y duraderos en la forma de comunicarnos, de comprar, de vender, de reunirnos, de relacionarlos, de vacacionar y de cuidarnos, entre otras cosas. Todos los procesos y productos que fueron eficientes…..hasta ahora……deberán ser revisados. Algunos subsistirán. Muchos cambiaran, se transformarán y otros desaparecerán. Creatividad es identificar esos cambios, entender las nuevas necesidades y encontrar los métodos para satisfacerlas
. Unidad: si tenemos socios, más que nunca habrá que estar unidos en la adversidad, compartir una visión común y seguir adelante codo a codo. Si tenemos personal a cargo, los necesitamos muchísimo……..como ellos a nosotros. Más allá de los roles, la empresa como familia, donde el individuo defiende al todo y todos defienden al individuo
. Planificacion: un error muy extendido en las pymes – y que explica buena parte de su alta tasa de mortalidad – es la falta de planificación. O bien, la planificación deficiente, incompleta o desconectada de la realidad.
Un mito muy pernicioso dice algo así como “no se puede planificar en un país tan incierto como el nuestro”. Otros sugieren que es; “imposible planificar cuando la inflación es tan alta”
Creer en estos mitos, es algo así como navegar en mar turbulento sin conocer el rumbo, la ruta ni con cuantos marineros cuento. Y no puedo encontrar ni el mapa, ni la brújula.
Las técnicas de planificación y los medios para hacerlo han avanzado mucho y la proyección y monitoreo del flujo de fondos y el resultado económico son tan posibles como necesarios.
Con el brindis del 31 de diciembre – distinto a todos los anteriores – nuestras dificultades y desafíos no desaparecerán mágicamente. Será hora de celebrar que nuestra empresa y nosotros mismos sobrevivimos, que aún tenemos fuerza y ganas de seguir adelante.Los elementos mencionados, lejos de ser una receta, son solo algunos atributos de los que nuestra PYME no podrá prescindir.
Cont. Víctor Oporto
Empresario PYME
Consultor de Empresas
www. consulfe.com
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