Anibal Caminitti, titular de la Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados dijo que, aunque falta un mes para cerrar, vienen con volúmenes similares a la temporada anterior, lo que es muy bueno.
“Venimos con una muy buena temporada, nos queda un mes hasta el 15 o 20 de febrero y seguimos cosechando. El clima para esta temporada estuvo afectado con heladas fuertes en la provincia de Chubut y Santa Cruz, pero hoy llevamos casi exportado lo mismo de la temporada anterior”, destacó.
Caminitti precisó que los principales destinos de las cerezas argentinas son China y Hong Kong con un 34%, le sigue Estados Unidos y luego Europa con un 20% de las exportaciones.
“Tanto el arándano como la cereza son frutas frescas de corta estación. Se cosechan, se embalan y se exportan, no se almacenan en cámaras refrigeradas y esto hace que el principal consumidor sea el hemisferio norte que tiene cultura en el consumo de estos frutos”, explicó y remarcó que eso hace que la producción de estos frutos se convierta en una oportunidad comercial para que los puedan producir en el hemisferio sur y comercializarlos en contra estación.
En esta línea también subrayó que “hay una demanda creciente en los últimos 10 años en los países del sudeste asiático”, a lo que se suma la ubicación geográfica de Argentina que permite ofrecer fruta en contra estación y producida en un ambiente tan particular como la Patagonia.
En cuanto al consumo interno dijo que “es una fruta conocida en el país, pero cara” y eso “tiene que ver con el poder adquisitivo”. Lo mismo sucede con el arándano, un poco más desconocido, pero que se empezó a divulgar más en los centros urbanos para su consumo.
Respecto a las declaraciones de la Diputada Fernanda Vallejos del Frente de Todos, que consideró “una maldición exportar alimentos”, Caminitti dijo que es “preocupante” porque “es una oportunidad a nivel global producir para exportar”.
En cuanto a la generación de empleo, manifestó que se requiere trabajadores de otras regiones que no hay y apuntó contra los planes sociales que “atentan contra el trabajo formal” y la mano de obra.
“Esto es algo histórico que venimos reclamando, pero esto también le pasa a otros países, le pasa a Chile y a Europa, pero en Argentina decimos que falta trabajo y tenemos sistemas que atentan contra el trabajo que se puede dar”, concluyó.
FUENTE> Cadena 3