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Luciano
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MISERIAS Y VACUNAS

 DESDE LA EDITORIAL DE WOU!


PARA PENSAR JUNTOS: Un editorial sobre lo que nos pasa en Santa Cruz con las vacunas, los funcionarios y la pandemia. 

 

El año 2020 seguramente será recordado por todos nosotros como el peor año de nuestra era. La pandemia no nos hizo mejores como muchos esperaban. ¿Recuerdan cuando nos decíamos que de “esta” salíamos mejores como sociedad? Bueno personalmente creo que no solo no salimos mejores, sino que quedaron al descubierto las peores miserias, desde las fiestas clandestinas, a los que se negaron y se niegan a reconocer la pandemia, desde el Gobierno tratando de ganar popularidad, a la oposición tratando de generar desconfianza en la cuarentena, en las vacunas y todo aquello que pudiera generarle al Gobierno algún tipo de reconocimiento público, sin importarle cuántos muertos pudiera ocasionar, daños colaterales le llamaron algunos. 

 

Quedó expuesta como pocas veces la improvisación del Gobierno para el manejo de la situación. Entendible y aceptable algunos errores en el manejo de la pandemia, muchas veces el Gobierno tuvo que decidir entre la puerta A o la puerta B, y no siempre eligió la correcta, a su favor digo que tenia 50% de posibilidades en cada una de ellas, pero después cometieron errores no forzados, fueron esos errores que no fueron provocados por la pandemia, sino por no estar a la altura de lo que los tiempos exigen. 

 

Muchas veces dio la sensación de que el Gobierno emulaban a los músicos de Titanic, que mientras todo se hundía ellos tocaban y disfrutaban la música de su relato.

 

Y aquí estamos, tratando de campear la tormenta, llegaron las vacunas que tanto esperábamos, es verdad que muchas menos, de las que se dijo, pero llegaron, y ya la mayoría del personal de Salud ya está inoculado. Pero esto recién comienza. Ahora falta la etapa más compleja, y es la de vacunar al resto de la sociedad, no somos pocos los que desconfiamos de la capacidad del Estado de poder llevar este proceso histórico de la mejor manera, es que cuando uno se quema con leche, ve la vaca y llora. En todo el país vimos como muchos funcionarios y amigos del poder, sortearon cualquier obstáculo para ser vacunados, ser vacunados sin que le corresponda. ¿Sorprendidos? Yo no, lamentablemente era lo que esperaba. 

 

Si no pudimos cuidarnos entre todos cuándo debíamos quedarnos en casa; si no nos importó salir de nuestras casas con síntomas; si no nos importó ir a trabajar después de ir a una “juntada”; si como sociedad demostramos que no nos importaba tanto el prójimo, ni siquiera los nuestros… con estos antecedentes por que íbamos a actuar diferente ahora que tenemos un frasquito con la solución a nuestros problemas. 

 

Santa Cruz no fue la excepción, y ya vimos en muchas localidades la discrecionalidad con la que los funcionarios decidieron a quién vacunar. En muchas localidades de Santa Cruz está la LEY, y “la LEY”. 

 

La cobardía de los funcionarios que se vacunaron sabiendo que no eran grupo de riesgo, sacándole la oportunidad de salvarse a muchos de sus propios vecinos, no será algo que se olvide fácilmente, ¡y NO DEBERÁ olvidarse!.

 

Seguramente no tendrán castigo alguno, más que el de su propia conciencia, si es que a alguno de ellos aún queda espacio para algún tipo de remordimiento. 

Esta pandemia definitivamente no nos hizo mejores, definitivamente a muchos los mostró con su versión más horrible. 

 

Hubiera esperado que como el Capitán del Titanic, se hundiera con su nave, sin embargo eligieron el camino de aquellos que estando en la primera clase creyeron que se iban a salvar, solo por estar en “primera”, y lo que no vieron en el Titanic y no ven ahora, es que cuando el barco se hunde, se hunden todos con él.