Precios Cuidados es un acuerdo voluntario entre el Estado, fabricantes, distribuidores, supermercados y mayoristas, que establece precios de referencia de los productos más representativos de la canasta de consumo masivo para evitar abusos a los consumidores. Pero ¿Qué pasa con las frutas y las verduras?
Debido a la situación que atraviesan muchas familias a las que les cuesta llegar a fin de mes, los repetidos aumentos y la inflación reinante, el Gobierno nacional y otros actores no descartan implementar un plan similar al de las carnes para regular los valores en las góndolas de frutas y verduras.
Según el Gobierno, el problema para implementarlo está en que a diferencia de la carne, el mercado de las frutas y verduras es un mercado distinto en tanto muestra atomización; es un esquema más complejo porque no está concentrado. Es decir, no hay grandes empresarios de este mercado para poder negociar de forma directa.
La Diferencia se debe a que el sector ganadero, a diferencia de las frutas y verduras, cuenta con una escala más grande y al regular precios –como el caso de los cortes a valores populares- no genera un impacto significativo.
LOS PRODUCTOS FRESCOS
Dentro del contexto inflacionario, el principal factor de preocupación en alimentos es la suba de precios en los productos frescos, como carnes -con bajas de producción y mayor exportación- y frutas y verduras. El año pasado, con una inflación del 36,1%, los productos estacionales como alimentos o ropa subieron un 64,4%, casi el doble del promedio. Los precios regulados -servicios públicos- lo hicieron apenas un 14%.
Las brechas entre los precios de los comercios en el área metropolitana de Buenos Aires y las referencias que fija el Mercado Central llegan a duplicarse. Por ejemplo, el precio sugerido para las manzanas ronda los $ 100 pesos pero en las verdulerías llegan al doble. Otros valores aparecen más alineados, hay brechas del 70% en los morrones, del 30% en los zapallos y del 50% en la lechuga, entre otros casos.
Según el ejercicio oficial en base a números del Indec, durante el 2020 la “canasta góndola” -que está bajo los controles oficiales y los permisos de incrementos de la Secretaría de Comercio Interior- aumentó 22,8% en el año. Dentro de la misma se dieron las siguientes alzas: alimentos y bebidas (23,5%); harinas, derivados y cereales (26,6%); lácteos (20,2%); aceites y manteca (24,1%); azúcar, dulces y golosinas (27,3%); gaseosas, aguas y jugos (18,8%); cuidado personal (24,4%); limpieza (16,4%). En tanto, los alimentos frescos tuvieron un alza anual de 57,1%. Allí se destacaron las carnes (55,6%), las frutas (64,4%) y las hortalizas (58%).
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