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José Honorio Ortega NUESTRO HÉROE

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José Honorio Ortega NUESTRO HÉROE

En 1981 cumpliendo la Ley Nº 4.301 (Ley del Servicio Militar) conforme a lo establecido Constitución Nacional en Art. 21 “Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución”. Se realizó el sorteo por lotería nacional con los últimos 3 números del DNI y le correspondió el número 470 siendo asignado para cumplir el servicio militar en el Ejército Argentino.

Por tener el domicilio en Trelew fue incorporado al Regimiento de Infantería 25 de Colonia Sarmiento Chubut el 01 de Febrero de 1982.
Su destino fue la Compañía de Infantería “B”, donde se le entregó su uniforme de fajina, el equipo y el armamento correspondiente, para luego partir hacia el Campo de Instrucción del Regimiento. Allí recibió adiestramiento del manejo de armas, prácticas de tiro, preparación física, defensa personal, instrucción nocturna con brújula, etc. Luego de 25 largos días regresó a la Unidad para continuar 20 días más con una exigente instrucción.
En esta etapa se lo evaluó en distintos factores como ser, rendimiento en la instrucción, estado físico y sus características individuales. Los informes dijeron que José cumplió con las exigencias de instrucción básica para el soldado conscripto en forma altamente satisfactoria, donde demostró inteligencia, voluntad y energía para ejecutar las misiones impuestas.
El 18 de marzo le otorgaron un franco especial a los soldados recientemente incorporados y José partió desde Sarmiento a Trelew para visitar a su familia. José les comentó que tenía que volver ese mismo día porque estaba en una misión especial. Este fue el último contacto directo con sus padres y hermanos.
Antes de partir de regreso al Regimiento colocó las fotos de su novia y de toda su familia en una caja metálica de caramelos para que lo acompañaran en esta misión.
Ante las futuras operaciones del Regimiento de Infantería 25 en las islas Malvinas, fue necesario contar con una subunidad más para que opere en la zonas de Ganso Verde y Darwin para no disminuir el poder de combate de la Unidad, para ello se creó la Compañía de Infantería “C” con efectivos de las Compañías A, B y Comando.
Esta nueva Subunidad denominó a cada una de sus Secciones con un nombre clave, la Primera “Bote”, la Segunda “Romeo”, la Tercera “Gato” y el Jefe de Compañía “Águila”.
Ya pasado el mediodía del 2 de abril, la Sección Romeo a la cual recibieron la orden de ser trasladados en helicóptero de la Armada Argentina hasta el aeropuerto y desde allí dirigirse con sus equipos a cuestas unos 7 kilómetros al centro de la localidad, observando a su paso los rastros que dejaron los enfrentamientos que sucedieron en las horas de la mañana.
La misión que le encomendaron al resto de la Compañía de Infantería “C” era capturar y consolidar, los caseríos de Darwin – Pradera del Ganso, ese mismo 2 de abril, a órdenes del Jefe de la Compañía, la Sección Bote y la Sección Romeo.
La operación se haría mediante una acción helitransportada (en helicópteros) y marítima. Otra situación que debieron tener en cuenta es que podrían haberse encontrado con el pelotón de infantes de marina ingleses que se habían escapado durante la reconquista de las islas.
En la mañana del domingo 4 de abril, el Jefe de Compañía, Tte 1ro Carlos Daniel Esteban junto al Jefe de la Sección Romeo Subteniente Juan José Gómez Centurión y catorce hombres, entre los cuales se encontraba José que era el radio operador, partieron con las primeras luces en un helicóptero Sea King de la Armada Argentina desde el rompehielos Almirante Irizar hacia el objetivo encomendado. El resto de la Compañía se embarcó en el buque “Isla de los Estados” rumbo a Darwin – Pradera del Ganso.
Luego de unos 20 minutos de vuelo, el helicóptero desciende a unos 600 metros del caserío de Pradera del Ganso, primero desembarca el Jefe de Sección detrás de él lo hace José.
Tomando inmediatamente posiciones alrededor del lugar, se aseguró el poblado y el pequeño muelle a la espera de la llegada por modo marítimo del resto de sus compañeros.
A las 10.00 horas el Jefe de la Compañía de Infantería C se comunicó con la capital de las islas para informar que la operación había finalizado sin contratiempos. El buque “Isla de los Estados” arribó a Pradera del Ganso pasado el mediodía y descargó el equipo y material. Luego de esto José toma su equipo y junto a sus compañeros se instaló en un galpón del poblado tratando de alterar lo menos posible la vida de los isleños.
El 24 de abril amaneció ventoso y frío en Darwin, pero para José no fue un día más, juro fidelidad a la bandera junto a sus compañeros de la Compañía de Infantería C.
De esta manera José pudo cumplir su deseo, tal como lo escribiera en sus cartas “No vinimos a jugar acá, si a enarbolar banderas Argentinas en todos los mástiles…” “Jure la bandera, sé que no te imaginas como estoy ahora…”, “Estoy orgulloso de hacer algo por mi Patria” El destino le regalo este momento, jurar su bandera que tanto amaba en las Islas Malvinas.
El martes 26 de mayo emprenden la marcha hacia la Caleta Bodie, con el apoyo de un helicóptero de la Fuerza Aérea que les facilito el transporte del equipo y algunos soldados.
Entrada la noche del 27 de mayo, las presunciones de los hombres de la Sección Romeo se hicieron realidad y aproximadamente a las 2250 horas comienza el cañoneo naval y de artillería de campaña sobre el sector Norte del dispositivo de la defensa y más tarde en proximidades del aeródromo. A pesar de estar a varios kilómetros de distancia los estruendos de las explosiones se sentían claramente.
Ya a esta altura de los acontecimientos, a las 0230 hs, los soldados de infantería británicos lanzaron un fuerte ataque a la primera línea de defensa argentina donde observaron la gran cantidad de estelas de luz roja que dejaban las municiones trazadoras, lo que significó que el combate era de una gran intensidad.
Avanzada la noche y al no recibir órdenes del Jefe de la Fuerza de Tareas Mercedes, el Jefe de Sección dispone que sus soldados se apresten para partir, dejando todo lo que no sirva para el combate, tomaron cada uno su armamento y toda la munición posible que podrían llevar.
Una vez que todos estaban listos, José y sus compañeros comenzaron la marcha hacia Pradera del Ganso, con la incertidumbre de la suerte de los integrantes de la Sección Bote que se encontraban en el lugar de los primeros combates.
La marcha se hizo dura, la noche cerrada y el terreno donde el barro en algunos sectores les llegaba hasta las rodillas, hacían que el esfuerzo sea el doble, pero la convicción que llevaba cada integrante de esta Sección reemplazaba el cansancio.
Una vez que llegaron a Pradera del Ganso acomodaron el equipo y quedaron a la espera de las órdenes del Jefe de la Fuerza de Tareas Mercedes.
A las 1030 horas la Sección Romeo recibe la orden de realizar un contraataque para bloquear una penetración enemiga al Este de monte Darwin, que amenazó por retaguardia la posición Norte debiendo recuperar el terreno ganado por las tropas británicas. Formados en columna desde las últimas casas de Pradera del Ganso aprovechando la marea baja y la protección que les brindaba la barranca, llegaron a la escuela donde se cruzaron con otra fracción argentina que fueron castigados por una lluvia de las balas británicas.
Al no poder avanzar por aquel lugar se intentó replegar hasta los pozos que estaba en las afueras de Pradera del Ganso, pero las edificaciones que les podrían haber protegido ya no estaban, quedando los soldados bajo el fuego de los fusiles enemigos. Pese a la impresionante cantidad de proyectiles que pasaban sobre sus cabezas, la providencia quiso que no se produjera ninguna baja.
Agotados, la Sección toma posición junto a un alambrado. La situación tan vertiginosa no dio tiempo para hacer las coordinaciones de los movimientos previos.
Repentinamente detectaron que tropas inglesas se desplazaban por el camino, a los que pudieron identificar por su característico casco con mentonera, típico de los paracaidistas. Para aprovechar los obstáculos, trampas explosivas y campos minados, José y su grupo se desplazaron hacia el terreno más alto para repeler cualquier intento de ataque, debido a la ventaja que le daba esta altura.
Haciendo valer la baja visibilidad, se desplegaron, José tomó posición detrás de un grueso poste del alambrado, a su lado se encontraba el Subteniente Gómez Centurión el Jefe de la Sección.
Cuando los británicos se encontraron al alcance de los fusiles del Grupo de José, abrieron fuego sorprendiéndolos, provocándoles algunas bajas, negándoles posibilidad de reacción, obligándolos a buscar refugio y replegarse. Cada intento de avance inglés finalizaba con su retirada.
El combate se tornó muy intenso, los soldados argentinos recibían desde el flanco izquierdo y desde debajo de la loma disparos de una ametralladora.
La situación se volvió cada vez más crítica por la disminución de fuego de nuestros soldados y el aumento de las bajas.
Las ametralladoras y fusiles ingleses estaban diezmando a los defensores argentinos a los que obligaba a aferrarse al piso y buscar mejores cubiertas. Detrás del poste del alambrado José siguió disparando intensamente a los paracaidistas ingleses junto con Gómez Centurión, quien al ver que una ametralladora no disparaba se desplazó arrastrándose hacia esa arma que era vital para continuar la defensa del sector.
José Honorio continuó combatiendo decididamente contra las tropas enemigas, hasta que un certero disparo ingles impacta en su rostro cegando la vida del valiente santacruceño que partió hacia las islas Malvinas convencido de defender la soberanía de nuestra tierra, tal como lo escribió en la primera carta que envió a sus padres de fecha 8 de abril de 1982 desde suelo malvinense “ESTOY ORGULLOSO DE ESTAR HACIENDO ALGO POR NUESTRA PATRIA”.
Junto a José H. Ortega otros integrantes de la Sección Romeo ofrendaron su vida en defensa de la soberanía nacional en el Combate de Darwin y Pradera del Ganso: Sargento Sergio Ismael GARCIA, Cabo Miguel Ángel AVILA, Cabo Héctor Rubén OVIEDO, S/C 63 Ricardo Andrés AUSTIN, S/C 63 Ramón Ángel CABRERA, S/C 63 José Luis ALLENDE.
Una vez finalizado el conflicto, todos los caídos fueron exhumando de los cementerios temporales y llevados al cementerio militar que las fuerzas británicas construyeron un en la zona de Darwin.
En el cementerio Argentino de Darwin hay 237 tumbas de los soldados caídos en combate, ubicando en la Parcela A Fila 2 Tumba 17 los restos del Soldado José Honorio Ortega . (Extraído de Malvinas Recorriendo tus Huellas)
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