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Un enfermero a los golpes con la autoridad

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Un enfermero a los golpes con la autoridad

Versiones cruzadas

En la madrugada del domingo se produjo un confuso hecho en el cual estuvo involucrado el enfermero Sebastián Barrientos del Hospital Regional de Rio Gallegos, la Dirección Municipal de Tránsito y efectivos de la Comisaría Sexta.

 

Según la versión oficial, a las 7 de la mañana se solicitó la presencia de efectivos de la Comisaria Sexta “de forma urgente en inmediaciones de la Av.17 de Octubre y Calle Gendarmería Nacional, donde habría un conductor intentando agredir al personal municipal”.

Según el parte policial, una vez en el lugar, el responsable del operativo de tránsito les informa que al realizar el control sobre el vehículo Ford Orion verifican que no cuenta con la documentación correspondiente y que su conductor, un hombre de 34 años, estaba fuera del vehículo muy alterado. Al entrevistarse con él, comenzó a insultar al personal policial y agredió a un efectivo en el rostro tirándolo al suelo. “Ante tal situación se intentó reducir al mismo, y fue conducido a la dependencia, ingresando aprehendido en causa judicial que se inició al momento de la agresión verbal y física sobre el uniformado”, indicaba la información oficial afirmando que el vehículo había sido secuestrado por no contar con el seguro obligatorio y patentamiento municipal.

En el transcurso del día, se supo que el conductor era el enfermero Sebastián Barrientos quien desde una cama del Hospital Regional desmentía a través de un video la información difundida. Según la versión de Barrientos salió esa madrugada de su guardia en el Hospital y cuando iba conduciendo se detuvo ante un control de tránsito y que el inspector López “buscaba la quinta pata al gato para secuestrar el auto, que no me servía el seguro que tenía en el teléfono, que no servía mi credencial (de trabajador esencial)” y que en un intercambio de palabras es agredido por el inspector y él se defiende. También sostiene que en ese momento piden la presencia de otro grupo de tránsito que se presenta y le hacen el test de alcoholemia que da negativo. Más tarde llega la policía “y yo les expliqué lo que pasó y me tomaron mis datos” afirmó el enfermero quien en ese momento se subió a su vehículo y ante la insistencia del inspector de tránsito de secuestrar su auto él se resistió. “Después entre todos, creo que quisieron romperme el vidrio del acompañante para abrirme la puerta y no pudieron”, aseguró y agregó que comenzó un forcejeó en el que le rompieron su campera “y un policía alto me golpeó y me empezó a ahorcar y mi instinto fue defenderme”.  En su relato Barrientos asegura que la situación de violencia fue creciendo y en un momento se resguardó de los golpes metiéndose debajo del paragolpes del auto y más tarde fue esposado y subido a un patrullero donde el efectivo que lo había ahorcado y otro que también iba dentro del vehículo lo golpearon en el tramo desde la Autovía hasta la Comisaría Sexta. Según el enfermero al llegar a la comisaría la situación empeoró ya que comenzaron a pegarle entre cinco “patadas en la cabeza, golpes, puños, la boca me la reventaron, lo único que veía era que corría sangre” y que luego de unos diez minutos de golpiza llegó otro efectivo que le dijo “¿Aprendiste la lección? Ahora respeta a la policía” tras lo cual le hicieron lavarse la cara con el agua sucia de un balde con el que se limpia el piso. Debido a las lesiones debió ser ingresado al Hospital Regional para su recuperación y descartar lesiones internas.

La versión oficial difiere totalmente del relato del enfermero: “Una vez en la División Sexta el causante (Sebastián Barrientos) comenzó a autoagredirse, quedando constancia de lo sucedido. Por otra parte el efectivo policial fue atendido en el nosocomio local resultando con una lesión cortante en su rostro sector de la oreja izquierda y nariz y golpe en una rodilla”.

También circuló un video tomado por el enfermero Barrientos en el momento del procedimiento de tránsito donde se ve parte de la discusión con el inspector y el diálogo con los efectivos policiales en el que les explica que cuenta con una credencial de enfermero que no especifica horarios porque su trabajo se realiza en turnos rotativos, que el comprobante de seguro lo porta en su teléfono celular y que no tiene recibo de impuesto patente automotor ya que el vehículo al ser muy antiguo ya está exento de ese tributo. En ese momento la conversación con los efectivos era amena pero al ingresar nuevamente a su vehículo comienza la discusión con la policía y se producen los forcejeos.