En medio de la crisis política, el Gobierno presentó el Presupuesto 2022: dólar a $131, una inflación de 33% y un crecimiento del PBI del 4%.
El Ministerio de Economía giró el proyecto sobre el final del plazo legal. Entre cuestionamientos internos, se espera que Martín Guzmán acuda en los próximos días al Congreso para defender la iniciativa.
El Ministerio de Economía ingresó este miércoles por la noche el proyecto de Presupuesto 2022 al Congreso, que postulará un crecimiento de la economía del 4%, una inflación del 33%, un déficit fiscal que rondará el 3,5% del PBI y un dólar a $131,10 para diciembre del año próximo. Asimismo, la “ley de leyes” establece para 2022 un crecimiento del consumo público del 3,1%, del consumo privado del 4,6% y de la inversión del 3,1%. En el plano del comercio exterior, aguarda una suba del 7,5% en las exportaciones y del 9,4% en las importaciones.
En Hacienda hablan nuevamente de que Presupuesto es el plan económico y el “corazón de la política económica”. Lo definen como un presupuesto “serio” dentro de las restricciones que tiene el país para hacer políticas públicas. Fue un día de “mucha gestión”, dijeron cerca del ministro y no dieron detalles sobre las reuniones que tuvo con Alberto Fernández y Santiago Cafiero en medio de una crisis política que comenzó con la salida de varios ministros y otros funcionarios kirchneristas.
Siguiendo con los números, el proyecto de ley de Presupuesto 2022 está basado en un déficit fiscal primario del 4% para el año próximo y del 3,3% para el año en curso. En el caso del déficit financiero, que incluye los pagos de la deuda, se estimó en 5,4% y 4,9% del PBI, respectivamente. El gobierno espera financiar ese 4,9 del PBI por tres vías: un 2% a través de la emisión de deuda, un 1,8% mediante aportes del BCRA, que representarían más de $1 billón, y otro 1,1% financiado por organismos internacionales.
Con respecto al gasto de “inclusión social” se presupuestó un 1,22% del PBI (contra 1,17% de este año). En Economía aseguran que no hubo cambios en esa partida luego de las PASO del domingo: una de las críticas desde dentro de la propia coalición tenía que ver con los fondos destinados a asistencia social.
Las estimaciones incluidas en el proyecto incluyen además el reajuste de las proyecciones para este año. En 2021, el Gobierno aguarda una inflación de 45,1% y un crecimiento del PBI del 8%. También estima una suba del salario real del 3,8% y un saldo comercial de USD 12.800 millones.
En materia de recaudación impositiva, el Presupuesto 2022 contempla que el fisco recibirá el año próximo $15,7 billones como recaudación total, un 45,3% por encima de los $10,7 billones que se esperan para 2021. Desde el gobierno confirmaron que en 2022 no se crearán nuevos impuestos y que no habrá una nueva edición del “impuesto a la riqueza”.
Los últimos detalles del Presupuesto estuvieron marcados por las tensiones dentro del oficialismo sobre nuevas medidas económicas tras la derrota en las PASO y por la crisis política que se abrió en el Frente de Todos por las renuncias de un grupo de funcionarios que responden a Cristina Kirchner
Con respecto a la fuentes de financiamiento, se esperan una emisión de 1,8% ($1,08 billones); fondos de organismos 1,1% ($681.849 millones); y títulos públicos por 2% del PBI, o $1,2 billones).
En materia de servicios públicos, los subsidios a las tarifas alcanzarán a un 1,8% del PBI. Esa cifra podría reducirse en un 0,3% del PBI una vez que se implemente el esquema de segmentación de tarifas en el cual el ministerio de Economía viene trabajando y que aún no tiene fecha de puesta en marcha.
Asimismo, desde el ministerio de Economía se confirmó lo que ayer había anticipado Alberto Fernández: durante 2022 no habrá pagos de capital al Fondo Monetario Internacional (FMI) que de acuerdo al cronograma de vencimientos actual alcanzan los USD 17.800 millones. En base a las estimaciones del Presupuesto 2022, esos pagos equivaldrían a un 4% del PBI.
Ayer, durante la presentación de la ley de Hidrocarburos, tanto Alberto Fernández como Martín Guzmán habían dado por sentado que el Presupuesto descuenta un acuerdo con el FMI que libere al Estado de tener que pagar USD 19.000 millones a ese organismo el año próximo. En ese sentido, el jefe del Palacio de Hacienda anticipó que la partida presupuestaria para obra pública sería en 2022 de 2,4% del PBI, por lo que sería mayor al 1,8% que estableció la ley de ingresos y gastos este año.
Guzmán ensayó una defensa de su gestión, frente al gobernador Axel Kicillof y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa y en medio de los cuestionamientos por parte del ala cristinista del Frente de Todos. “Si hubiera que pagar los 19.000 millones al FMI en 2022 habría que hacer un mega tarifazo, como el del gobierno anterior, o peor. Implicaría un recorte en ciencia y desarrollo tecnológico. Una caída brutal de la actividad, más hartazgo y menos oportunidades”, dijo Guzmán.
Tanto Alberto Fernández como Martín Guzmán habían dado por sentado que el Presupuesto descuenta un acuerdo con el FMI que libere al Estado de tener que pagar USD 19.000 millones a ese organismo el año próximo
El proyecto de gastos e ingresos fue girado sobre la hora del plazo legal al parlamento y comenzará a ser tratado en los próximos días por las comisiones, pero aún no se sabe cuándo podría ser defendido por el ministro de Economía Martín Guzmán. Los últimos detalles del Presupuesto estuvieron marcados por las tensiones dentro del oficialismo sobre nuevas medidas económicas tras la derrota en las PASO y por la crisis política que se abrió en el Frente de Todos por las renuncias de un grupo de funcionarios que responden a Cristina Kirchner.
El segundo presupuesto que presentará Guzmán en el Congreso desde que es ministro estará enmarcado, además de en las posibles medidas con impacto fiscal por la derrota y en las PASO, por las posibilidades de un recambio en el plantel de ministros. Los reclamos son más o menos públicos por parte del ala del Frente de Todos más cercana a Cristina Kirchner para acelerar no solo anuncios económicos sino también en el funcionariado.
En ese sentido, los que fueron más apuntados desde el minuto cero de la derrota electoral fueron tres de los más cercanos a Alberto Fernández: Guzmán, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Fuente: Infobae