Leche, azúcar, galletas, mate cocido, y pan eran los alimentos que normalmente la gente les donaba para hacer meriendas una vez por semana, pero tras no recibir colaboración de la comunidad ni de entes municipales o provinciales en el último tiempo, tuvieron que suspender el trabajo voluntario.
Gisel y Fátima Soto son las encargadas del Merendero Justicia Social. Según indicaron, intentaron conseguir ayuda del municipio, no obstante, jamás les colaboraron. Por ahora, se encuentran gestionando una solicitud de apoyo con la Secretaría de Abordaje Territorial y Desarrollo Comunitario.
“Estuvimos abocadas en pandemia, funcionó allá (en oto barrio) repartiendo pan y chocolatada en botellas que retiraban los niños, y de ahí nos trasladamos acá. Pudimos funcionar hasta hace 2 jueves atrás, cerramos porque no tenemos asistencia”, lamentó Gisel.
Por esta razón, piden a la comunidad que quienes puedan, solidaricen con su causa y los ayuden llevando su donación a Benito Pérez Galdos 2252. También pueden comunicarse al +54 9 2966 51-4658.
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